Recientemente tuve el privilegio de compartir junto con mi esposo en la Iglesia de Westerville en Columbus, Ohio. Fue una linda experiencia que pudimos compartir con varias iglesias del distrito. La programación estaba orientada hacia temas para fortalecer la paternidad y capacitación para trabajar con los niños de las divisiones infantiles.
El viernes en la noche presentamos un mensaje a los padres para que reflexionaran en la gran responsabilidad que Dios ha depositado sobre ellos al darles la bendición de tener hijos. Estudiamos juntos lo que la Biblia dice sobre los hijos y lo que Dios espera que cada padre y madre haga con esa herencia de Jehová que se les ha concedido. Mi esposo presentó un hermoso mensaje recordándonos que el Señor volverá por las familias y debemos estar preparados para ese encuentro. En la tarde iniciamos la capacitación para maestros y líderes del Ministerio Infantil, pero muchos padres y miembros de iglesia nos acompañaron para escuchar las exposiciones y de esa forma estar más preparados para colaborar con los maestros y hacer más efectiva la enseñanza de la Biblia en la iglesia.
El domingo dedicamos varias horas a repasar ideas, técnicas y objetivos del programa Eslabones de la Gracia con el fin de aplicar mejor las enseñanzas y componentes del programa. Varias iglesias expusieron el material que utilizan y se explicaron varias ideas que han dado resultado con los niños. Culminamos la actividad con un lindo espíritu de unidad y gratitud por el tiempo que dedicamos juntas.
Personalmente me sentí muy motivada y entusiasmada con el grupo de maestras, porque pude comprobar que son personas altamente comprometidas con la misión de preparar los niños para el reino de los cielos. Su dedicación, entrega y disposición para trabajar con los niños es digno de admirar e imitar. Es mi deseo que el Señor añada su bendición a la tarea realizada y que muchos niños en esas iglesias puedan entregar sus corazones a Jesús. Gracias a todas esas dedicadas maestras y a las organizadoras del evento.
Dios les bendiga y prospere la obra de sus manos,
Evelyn O.
