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Un Nuevo Miembro en la Familia

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En agosto del 2023 recibimos en nuestro hogar la visita de un nuevo miembro en la familia. Su nombre es Fiona y pertenece a la raza English bulldog. Después de pasar varios años sin un perrito sentimos que la llegada de Fiona nos tomó por sorpresa y debo confesar que me sentí un poco nerviosa. Recordaba la tristeza de haber encontrado muerto a Chubby, quien nos acompañó durante casi  nueve años y luego llevar al descanso a Ruby luego de diecisiete porque ya estaba ciega y muy débil, me hacia sentir que la historia de tristeza podría repetirse. Pero hoy siete meses después de la llegada de Fiona todas esas dudas y miedos han desaparecido.

Esta dulce y cariñosa perrita en realidad se ha robado el corazón de nosotros en tan poco tiempo. Aunque su cara aparenta ser un animal agresivo es todo lo contrario. Cada mañana al despertar corre a saludarnos y como no tiene cola levanta sus patas traseras para saludarnos corriendo de un lado para otro. Siempre quiere estar cerca de nosotros y con frecuencia nos mira fijamente como queriendo decirnos: “los quiero mucho, no me dejen sola”. Es muy obediente, aprende con facilidad y está siempre alerta para avisarnos de cualquier persona que se acerca a nuestra casa o vecindario. Todo persona conocida es recibida por ella con mucha alegría y manifiesta su cariño permitiendo que la acaricien. Aunque pasa la mayor parte del día durmiendo a nuestro lado mientas realizamos otras actividades, disfruta mucho de la naturaleza corriendo y jugando en el jardín. Tiene un apetito voraz y se alimenta muy bien, pues solamente consume alimentos preparados en casa con vegetales y frutas.

El cariño y el instinto de protegernos que demuestra Fiona,  nos ha hecho reconocer que Dios nos permite cuidar de estas criaturas creadas por Él para que entendamos cuánto nos ama el Señor. La constante compañía y cuidados de Dios para con nosotros no pueden compararse con las reacciones de Fiona, porque ella solo responde a instintos, pero Dios es diferente. Somos el objeto de Su gran amor y cuidar de nosotros haciéndonos sentir amados y protegidos es Su prioridad divina. Sabemos que somos responsables de cuidar de Fiona porque Dios así lo ha dicho, pero lo hacemos con mucho amor porque ella se lo ha ganado con su dulzura. Creo sin temor a equivocarme que Dios nos envió esta perrita para que ahora en esta etapa de nuestra vida podamos recordar que el amor de Dios no tiene límites y Su presencia en nuestro hogar nos llena de alegría.