“El hogar debe ser hecho todo lo que la palabra implica. Debe ser un pequeño cielo en la tierra, un lugar donde los afectos son cultivados en ver de ser estudiosamente reprimidos. Nuestra felicidad depende de que se cultive así el amor, la simpatía y la verdadera cortesía mutua. La atmósfera que rodea las almas de padres y madres llena toda la casa y se siente en todo departamento del hogar”. (HA 11,12)
Mientras más leo esta declaración más me convenzo de que la gran tragedia que enfrentan miles de hogares en la actualidad se debe en gran medida a que los integrantes que forman el hogar no han entendido la importancia de trabajar para que ese lugar sea un pedacito de cielo en la tierra. Hay demasiados intereses ajenos en la mente de los seres humanos que los han llevado a desarrollar un espíritu de egoísmo centrado en ellos mismos y se han alejado del ideal de Dios para la familia. Cada uno trabaja y vive para sí, olvidándose de que hay a su alrededor personas que se ven afectados positiva o negativamente por su proceder.
¡Qué diferente fuera el hogar si todos trabajaran para crear ese cielo del que habla la cita! No cabe duda que trabajar para lograr esa atmósfera ideal de amor y respeto requiere de mucha disciplina y sacrificio pero vale la pena porque los beneficiosos son incalculables. ¿Qué elementos podemos considerar como necesarios para crear esa atmósfera de amor, simpatía y cortesía? Te invito para que analices conmigo algunos factores importantes mientras haces una evaluación del ambiente de tu hogar.
La Armonía – Entre las muchas definiciones del término armonía encontramos que algunos definen la armonía familiar como el conjunto de ideas y principios elementales para construir una familia sólida y estable. Otras dos palabras que se encuentran en el término armonía son combinación y ajustamiento. Definitivamente los miembros que forman el hogar necesitan unirse, combinarse y ajustarse para que todo marche bien en el seno del hogar. Nada se logra en un hogar donde los componentes cada uno se aleja o atrinchera en su lugar olvidándose de que pertenece a un conjunto. Cuando el esposo y la esposa están unidos, sus decisiones y objetivos se ajustarán a las necesidades y objetivos del hogar. Entonces se logrará una armonía tal que producirá una música agradable al corazón de los que componen el hogar.
Seguridad – Entre las necesidades básicas de todo ser humano el sentirse seguro es fundamental. Cuando en el hogar los conyugues se proveen seguridad uno al otro, ambos estarán en mejor disposición de manifestar su amor y atención sin reservas. Por otro lado si los hijos se sienten seguros del amor de sus padres, y si sus necesidades básicas están satisfechas la atmósfera del hogar será propicia para el desarrollo armonioso de todos en la familia. La inseguridad por el contrario produce ruptura de las relaciones, desconfianza, dudas y deterioro en todo el sentido.
Obviamente si deseamos tener un hogar que sea un pedacito de cielo aquí en la tierra necesitamos trabajar acertadamente para lograr que la atmósfera de nuestro hogar sea favorable. Esto no se logra de la noche a la mañana, ni mucho menos se alcanza si los que forman el hogar no buscan la ayuda divina. Es menester que diariamente se hagan esfuerzos intencionales que produzcan esa combinación y ajuste que toda familia necesita. La atmósfera del hogar que Dios proveyó para Adán y Eva era perfecto, entonces ¿ por qué no pedirle que nos ayude para lograr lo mismo en nuestros hogares?
