Muchos matrimonios tienen problemas serios porque no son cuidadosos en la forma como se comunican ya sea en lo que tiene relación con su familia, o con los comentarios que escuchan y comparten. Se cuenta que un joven se acercó a Sócrates y le dijo que quería hacerle un comentario acerca de otra persona. Sócrates levantó los ojos del libro que estaba leyendo y preguntó:
-Lo que me vas a contar, ¿pasó la prueba de los tres coladores?
– ¿De qué se trata?
– El primer colador es la verdad. ¿Tienes pruebas de lo que piensas divulgar? Si lo has oído decir, el comentario debe morir allí mismo.
Supongamos que sea verdad. Entonces debe pasar la prueba de la bondad. ¿Es bueno lo que vas a contar? ¿Ayuda a construir o destruye el prestigio del prójimo?
Si lo que quieres contar es verdad y es algo bueno, deberá pasar por el tercer colador de la necesidad. ¿Conviene contarlo? ¿Resuelve alguna cosa? ¿Ayuda a la comunidad?
Si pasa la prueba de los tres coladores, entonces ¡cuéntalo¡
Si pensamos en estos tres consejos antes de hacer un comentario ya sea dentro del núcleo familiar o fuera de el, seguramente nos evitaremos grandes problemas.
