El Salmo 100 es uno de mis preferidos. Allí se nos recuerda que todos los habitantes de la tierra debemos “canta alegres al Señor”. como hijas de Dios, somos bendecidas en gran manera, pero a veces, como mujeres ocupadas que viven en un mundo exigente, nos cuesta contar nuestras denciones y nos cuesta aún más agradecer al dador de las mismas.
Entre nuestras bendiciones se enuentran la vida y la salid, la familia y los amigos, la libertad y las posesiones, por mencionar algunas. y los regalos que recibimos de Dios se multiplican cuando los compartimos. agradezcamos siempre a Dios por sus bendiciones, y demostremos siempre nuestra gratidu al compartir nuestros dones con los demás. En este día celebremos las bendiciones del Señor y usemos cada oportunidad que tengamos de hablar de la grandeza y el amor de nuestro Señor Jesús.
