A principios de año leyendo una revista titulada Parenting (Padres) encontré un artículo muy interesante escrito por una pareja. En el artículo ellos comparten los grandes beneficios que recibieron como pareja y como familia cuando implementaron un plan donde todos los miembros de la familia se involucraron para que el hogar dejara de ser un caos en términos de organización y se convirtiera en el lugar que todos podían disfrutar.
Es interesante notar que cada familia tiene características diferentes, sin embargo casi todas desean tener un hogar agradable que satisfaga sus necesidades. En realidad para que ese deseo se pueda cumplir es necesario que los miembros de la familia entiendan que todos tienen tareas que cumplir las cuales serán la clave para el buen funcionamiento de esa estructura familiar.
Tradicionalmente se cree que la única persona responsable del orden y la limpieza en el hogar es la madre. Pero el hogar es una empresa donde todos los integrantes tienen responsabilidades y la madre es solo una parte. Ella se hace mucho daño a sí misma y a los miembros de su familia cuando se encarga de realizar el trabajo de todos. Dios no se agrada de ver a las madres esclavizadas para que los miembros de su familia estén ociosos. Todos en la casa están llamados a colaborar y esto puede lograrse con planificación y de mutuo acuerdo.
Uno de los puntos importantes que hará posible el éxito en esta gran tarea de involucrar a todos los miembros de la familia en la organización del hogar se encuentra en enseñar a los niños desde pequeños a realizar tareas sencillas. En el libro Educación Cristiana dice lo siguiente: Desde sus primeros años, debería enseñárseles a compartir las cargas del hogar. Debería enseñárselos a comprender que las obligaciones son mutuas. También deberían aprender a trabajar rápida y diestramente. Esta educación será del mayor valor para ellos en los años venideros.
Desde la infancia, debería enseñarse a los niños que realicen las cosas que se adecuan a su edad y capacidad. Los padres deberían animar a sus hijos a ser más independientes… enseñad a vuestros hijos a ser útiles, a llevar cargas de acuerdo con sus años; luego el hábito de trabajar se automatizará en ellos, y el trabajo útil nunca les resultará penoso.
Cada miembro de la familia debería comprender cuál es la parte que se espera que realice en colaboración con los otros. Todos, comenzando con los niños de seis años y en adelante deberían comprender que se requiere que ellos compartan la carga de la vida. P110
TAREAS QUE LOS NIÑOS PUEDEN HACER
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- Niños de 3 a 5 años de edad
• Recoger sus juguetes
• Colocar la ropa sucia en su lugar
• Ayudar a arreglar la mesa para las comidas - Niños de 6 a 8 años de edad
• Colgar su ropa y su mochila en el lugar correcto
• Colocar los zapatos en la zapatera
• Alimentar la mascota
• Ayudar a limpiar la mesa luego de las comidas
• Dejar el baño recogido después de bañarse
• Dejar su cama arreglada - Niños de 9 a 12 años de edad
• Doblar y colocar en su lugar la ropa lavada
• Ayudar a empacar sus meriendas
• Ayudar en la preparación de las comidas
• Sacar la basura
• Ayudar en la limpieza de los platos en la cocina
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Los niños que son enseñados a participar en las tareas del hogar desarrollarán un sentido de pertenencia más profundo, amor hacia el trabajo y un profundo sentimiento de gratitud para con sus padres por enseñarlos a colaborar con el hogar desde pequeños.