!Bienvenidas al Nuevo Año 2013! Los días festivos quedaron atrás y ahora nos disponemos a planificar lo que serán nuestras metas y proyectos para los próximos meses del año. ¿Cuánto podremos lograr de lo que nos propongamos hacer? La respuesta a esa pregunta dependerá de cuánto alineamos nuestros planes con los planes de Dios porque en definitiva todo está bajo el control del Dios Todopoderoso. Sin embargo, no por ello vamos a dejar que los días y los meses pasen sin aprovechar las diferentes oportunidades que vendrán, y sin proyectar buenos planes que puedan beneficiarnos en el desarrollo de nuestra vida espiritual y física.
Esta semana mientras me encontraba en una tienda noté que los estantes y las mesas estaban llenas de libros y artículos deportivos, todos tendientes a motivar la clientela para iniciar el año dedicando tiempo al ejercicio y la búsqueda de la salud. Confieso que cedí a la tentación y me compré un pantalón para hacer ejercicio porque en realidad lo necesitaba, pero más que esa razón estuve pensando que si no soy constante en mi propósito de cuidar mi salud, incluyendo mis planes de hacer ejercicio con regularidad, el uso que le pueda dar a ese pantalón no será el apropiado.
¿Con cuánta frecuencia planificamos actividades y nos fijamos metas que no alcanzamos? O peor aún, ¿por cuánto tiempo mantenemos las promesas que hacemos para disfrutar de una mejor salud física y espiritual? Al comenzar este nuevo año quiero motivarte para que tomes unos minutos ahora que todavía tu programa personal no está cargado para que te propongas un par de metas. Una de ellas enfócala en tu vida espiritual. Podría ser leer una versión nueva de la Biblia por unos quince minutos diarios, hacer un diario de oración, iniciar tu propio álbum de promesas bíblicas, etc. La otra meta enfócala en tu salud. ¿Qué te parece si decides reducir el consumo de azúcar, preparar y consumir alimentos saludables, evitar las frituras, o iniciar un club de amigas para practicar una receta nueva dos veces al mes e intercambiarlas unas con las otras?
Si te animaste a poner en práctica alguna de mis ideas me voy a sentir muy feliz de saber que he contribuido a que este nuevo año sea diferente para ti, pero si me escribes compartiendo tus ideas y los beneficios que estás recibiendo al cuidar tu vida espiritual y tu salud, me sentiré más feliz aún.
Les deseo a todos mis lectores un Feliz Año 2013 y que las bendiciones del cielo y el cuidado protector de nuestro buen Dios nos acompañen siempre.
Con cariño,
Evelyn O.