He aquí, oh Señor un vaso vacío que necesita ser llenado. Llénalo, Señor mío.
Soy débil en la fe; fortaléceme.
Soy fría en el amor, caliéntame hazme ferviente para que mi amor pueda alcanzar a mi prójimo.
No tengo una fe fuerte y firme; a veces dudo y soy incapaz de confiar enteramente en Ti.
Ayúdame, oh Señor, fortalece mi fe y confianza en Ti.
En Ti he sellado los tesoros de todo lo que tengo.
Yo soy pobre, Tú eres rico y viniste para ser misericordioso con los pobres.
Yo soy pecador, Tú eres justo.
En mí hay abundancia de pecado, en Ti está la plenitud de la rectitud.
Por lo tanto, permaneceré contigo, de quien puedo recibir, pero a quien nada puedo dar.
Amén