El espíritu del culto debe sentirse en el hogar en todo tiempo, por la mañana, por la tarde y por la noche. No es nada más que pura hipocresía el celebrar una forma de culto y luego argüir, pegar, retar y rezongar durante el resto del día. Cristo desea vivir en el hogar.
Nada trae más unidad a una familia que la práctica de reunirse diariamente para dedicar unos minutos en los cuales celebren un sencillo culto de adoración. Es lamentable que el diario trajín de la vida moderna se haya interpuesto entre las familias y Dios. Muchos padres han caído en la trampa de poner a un lado el tiempo para reunir su familia para el culto. Cada día las nuevas generaciones de niños conocen menos de la Palabra de Dios y sus mentes infantiles están llenas de la fantasía que entra por sus sentidos mientras pasan horas enteras mirando la televisión o tal vez jugando con la computadora.
¿Qué hacer?
- Si la familia quiere estar lista en la mañana para atender las tareas correspondientes hay que regularizar las horas de sueño con el fin de que los niños y los adultos pueden descansar lo suficiente y de esa forma levantarse temprano con alegría y energía.
- En muchos hogares los niños van a la escuela. Antes de salir debe la familia reunirse por unos minutos y tener una corta reflexión apropiada para la edad de los niños. Seguramente no se podrán realizar otras actividades por el factor tiempo, pero una lectura y una oración será una buena costumbre que formará hábitos a corto y largo plazo.
- En las horas de la noche especialmente después de la cena, la familia puede reunirse en un lugar tranquilo fuera de lo que pudiera distraer a los niños para celebrar el culto familiar. Durante este tiempo tome en consideración las siguientes sugerencias:
- Comience cantando algunos de los cantos preferidos de los niños. Aproveche esta oportunidad para enseñar cantos a sus hijos de manera que pueda entonar esos cantos durante el día y recordar sus palabras.
- Si hay instrumentos en el hogar deben usarlos para hacer más animado el culto. También se pueden adquirir DVD, CD o bajar cantos infantiles cristianos para proyectar y cantar con los niños.
- El estudio de la lección de los niños deben ser un momento especial. En los folletos de los niños se encuentran muchas actividades fáciles e interesantes que se han incluido para reforzar el tema o propósito de la lección. Use ese material que ya está preparado y la lección seguramente se grabará mejor en la mente de los niños.
- Tome tiempo para orar. Enseñe a los niños las palabras adecuadas para dirigirse a Dios en la oración. De igual forma explique a los niños que no es necesario repetir el nombre de Dios una y otra vez cuando se ora. Enséñeles que oramos a Dios el Padre en el nombre de Jesús el Hijo.
Cuando la familia se reúne para celebrar el culto está reconociendo a Dios como centro del hogar. De igual forma estará reclamando bendiciones para todos los miembros de la familia como lo dice la siguiente declaración: “Antes de salir de la casa para ir a trabajar, toda la familia debe ser convocada, y el padre, la madre en ausencia del padre, debe rogar con fervor a Dios que los guarde durante el día. Los ángeles ministradores guarán los niños así dedicados” JT1 147
Los encargados de la familia debieran tener como objeto especial el hacer de la hora del culto una ocasión sumamente interesante y placentera creando buenas memorias de este tiempo familiar.