Aspiro encontrar una compañera que junto con la dulzura femenina tenga inclinaciones de ama de casa. No creo que sea demasiado trivial imaginar que ella, al decidirse a formar un hogar, haya desarrollado ciertas habilidades prácticas, tales como la del arreglo de la casa, el arte culinario y la capacidad de administrar bien el dinero.
Que sea atractiva y de buen gusto.
Que sea pura y de exquisita sensibilidad femenina.
Que se comporte con decoro, dignidad y modestia ante las personas del sexo opuesto. Tampoco que sea liviana en su trato con los demás hombres.
Deberá ser consecuente con la religión que profesa, que es la misma que profeso yo.
No se inclina a la vanidad y es modesta aún en sus gestos y en su conversación.
Que sepa actuar en círculos cultos y elegantes.
Deberá tener la habilidad social de atender las visitas y amistades.
Que me haga sentir amado
Será una chica de buenos sentimientos que no anda con chismes, ni censurando a otras personas.
Que le gusten los niños.
Sabrá descubrir el lado risueño de la vida y tendrá intereses semejantes a los míos.
No intentará dictarme lo que debo hacer, ni andará sermoneándome, aunque me dará valiosas sugerencias.
Me demostrará que confía en mi.