En muchas ciudades de los Estados Unidos la nieve llegó adornardo el paisaje con su blancura inigualable. Por supesto que junto con la belleza de la estación también ha llegado las bajas temperaturas que requieren preparativos especiales. Durante esta estación las personas usan ropas que garanticen la temperatura adecuada para el cuerpo, y los alimentos que más se consumen en su mayoría son las sopas y bebidas calientes.
Es interesante notar que toda la naturaleza se encuentra en un período de latencia. Las ramas de los árboles están totalmente desnudas; no hay hojas. La mayoría de los animales están resguardados y con excepción de alguna ardilla que corre locamente para encontrar alguna bellota, solamente los venados y algunos pájaritos rondan por el campo. Todo duerme esperando que la temperatura cambie con la llegada de la primavera.
Leyendo algunas estadísticas encontré que durante esta época del año es cuando más personas se deprimen y cometen suicidio. Tal vez la soledad así como los días fríos penetran el corazón y hay la tendencia a sentirse triste y con poco entusiasmo. Lo curioso de todo esto es que ese frío también puede llegar a nuestra vida espiritual ocasionando el descuido de congregarnos con nuestros hermanos en la fe y amigos. Si pudiéramos aprender a admirar la belleza que acompaña el invierno estoy segura que no caeríamos en esa conducta fría e indiferente, porque finalmente el invierno es sólo una estación que terminará dando paso a otra que vendrá.
Si vives en un lugar donde la nieve y el frío es intenso, o si vives en un lugar donde el sol brilla todo el año, de igual forma esta temporada de fin de año puede ser una buena ocasión para:
1. Prepara una sopa caliente y busca una amiga o alguien que deambula por la calle para compartirla. Si está haciendo calor entonces puedes preparar una limona y compártela con quien pudiera estar sediento.
2. Toma el teléfono y llama a alguien que no ves desde hace mucho tiempo. Exprésale tu cariño y disfruta de la conversación.
3. Prepara una receta sencilla para compartir con una vecina o con alguien de tu iglesia.
4. Comienza la lectura de un libro de la Biblia y anota en un diario los versículos que más te impresionan. Luego comparte tus descubrimientos con una amiga de la iglesia.
Estoy segura que muchas ideas vendrán a tu mente que te ayudarán a estar activa durante esta estación del año, por lo tanto te animo para que te pongas en acción y verás lo hermoso de poder compartir con otros en cualquier estación del año.