Hace unos días estuve leyendo un libro titulado “Se Acabó El Desorden”. Compré el libro no porque su contenido se aplique a mi persona, ya que me considero una mujer bastante ordenada, pero sí lo hice pensando que tal vez podría encontrar algunas buenas ideas para compartir con aquellas mujeres que no son muy amantes del orden. No me considero una esclava de la limpieza y el orden, pero admito que no puedo vivir ni trabajar en un lugar donde las cosas no están en su lugar. Trato de ser bastante metódica en mis tareas hogareñas de tal forma que no tenga que llegar al cansancio extremo para mantener la casa aceptable y limpia.
Una declaración del libro que me llamó mucho la atención es la respuesta de la autora a cualquier dama que le pregunte por qué debe cambiar su forma desordenada para preocuparse por tener una casa en orden.
– “¿Por qué no tener una casa ordenada?”. ¿Por qué no tener una casa preciosa que anima a todo el que entra en ella? ¿Por qué no hallarnos entre aquellas personas a las que le encanta invitar a otras así de repente? ¿Por qué no ser la persona a la que otros le puedan decir “tienes una casa preciosa”? ¿Por qué no invitar a comer sin que tenga que matarse para estar lista? ¿Por qué no tener una casa que realce su amor propio en lugar de destrozarlo? ¿Por qué no podemos tener una casa que refleje la paz y la gracia de Dios, para que a otras personas les encante ir a esa casa con el fin de escuchar acerca de Él? ¿Por qué no tener una casa en la que se pueda leer o se pueda orar sin sentirse culpable por no estar limpiando? La gran pregunta no es por qué debemos tener una casa agradable, sino que la auténtica pregunta es ¿POR QUÉ NO TENERLA?
Para tener un hogar limpio y ordenado se requiere trabajo, esfuerzo y determinación. Unido a esto es necesario ser sistemática en la realización de ciertos trabajos que requieren atención diaria. No todo lo que hay que hacer para tener un hogar atrayente necesita ser realizado diariamente. Hay tareas diarias, otras para hacer dos o tres veces por semana, quincenal, mensual, cada tres meses o dos veces al año. Te invito a leer la lista de trabajos del hogar que he publicado para que tengas una idea de lo que hablo y puedas identificar y adaptar tus trabajos hogareños de la mejor forma para ti. Lo importante es que diseñes un sistema de limpieza y mantenimiento que sea apropiado y con el cual te sientas motivada.
Hace muchos años vengo realizando una limpieza grande que me permite sacar, regalar, tirar o deshacerme de aquellas cosas que ya no uso, no quiero, o no necesito. Esto lo hago dos veces al año generalmente en abril y luego en noviembre. Me he dado cuenta que en la casa se acumulan muchas cosas y el reorganizar el hogar da una sensación muy agradable; “es como vivir en una casa nueva”.
A continuación les comparto lo que hago en esas dos limpiezas anuales. Puede ser que te motives a unirte a mí y de esa forma disfrutar mejor tu casa.
La Cocina – Este es un lugar muy especial que requiere de una limpieza diaria, pero una vez al año podemos hacerle un cariñito más a fondo.
– Vacía los gabinetes (uno a la vez) para limpiarlo en su interior y sacar los utensilios que no usas o que están en mal estado. Brilla la madera con aceite para muebles o barniz.
– Quita la acumulación de grasa en el ventilador (campaña) o las paredes usando un quita grasa líquido.
– Limpia el horno y el interior de la estufa.
– Limpia las ventanas y lava las cortinas
– Lo mismo debes hacer con el refrigerador y congelador.
El Baño – Los baños requieren limpieza diaria, pero dos veces al año se debe dar especial atención dado que allí se acumula mugre y bacterias.
– Usa blanqueadores y desinfectantes pero no olvides abrir las ventanas para evitar daños respiratorios.
– Será necesario usar guantes para proteger las manos.
– Tira las medicinas con fechas vencidas
– Limpia las ventanas, alfombras, y saca todo lo que hay en los gabinetes que ya no usas.
– Evita usar desinfectantes tóxicos, o con químicos que contaminan el ambiente.
Los Closets – Todo lo que está dentro de los closets deben tener una función. Revisa la ropa y desecha la que ya está muy gastada, la que no te queda bien, o la que no deseas. Seguramente habrá personas que estarán muy felices de recibir tus donaciones y así tendrás un closet más despejado y limpio.
Puedo seguir añadiendo a esta lista muchas áreas del hogar que necesitan ser atendidas, pero si logras trabajar en las arriba mencionadas ya será un buen comienza para convertir el hogar en un lugar limpio y agradable. Yo tengo años practicando esta rutina y doy fe de su efectividad así que manos a la obra con esponja, guantes, escoba y todo lo que haga falta para limpiar la casa. ¡Buena suerte!