Son muchos los que pierden tiempo y esfuerzo buscando la aprobación de los demás. No hay nada de malo en procurar la aprobación de otros, pero si necesitas recibir esa aprobación a cualquier precio, estás en problemas.
Al necesitar su aprobación les estás entregando el control de tu vida. Sacrificas tu identidad tratando de ser como ellos desean que seas. Nunca lograrás la aprobación buscándola. Por el contrario, la gente siempre te respetará por tu integridad y consistencia.
El mundo necesita el aporte de cada persona. Si fuésemos todos iguales, la vida no tendría sentido. La sal de la vida proviene de la diversidad de opiniones y de las diferentes formas de hacer las cosas. No te preocupes por lo que piensen los demás. Sé honesto con tus propias convicciones. Entonces ganarás el respeto, la admiración y la aprobación que mereces.
Tomado de Ventana Interior 2008