Cuando yo era un jovencito, quería cambiar el mundo. Encontré que no era fácil cambiar el mundo, de
manera que traté de cambiar mi nación. Cuando encontré que no podía cambiar mi nación, comencé
enfocarme en mi pueblo. No pude cambiar mi pueblo ni siquiera cuando ya fui adulto, entonces traté
de cambiar a mi familia. Ahora, que soy un hombre viejo, he comprendido que la única cosa que puedo
cambiar es a mí mismo. De repente me di cuenta que si yo hubiese cambiado desde hace mucho
tiempo hubiera podido lograr un gran impacto en mi familia. Entonces mi familia y yo hubiésemos hecho
un gran impacto en mi pueblo. El impacto de mi pueblo hubiese podido cambiar mi nación y entonces yo
hubiera visto un gran cambio en el mundo.