En uno de los capítulos de mi libro Esparciendo Su Fragancia relato la historia de una ocasión en la que a mi esposo le enviaron unos arbolitos como regalo por inscribirse en una organización que cuida del medio ambiente. Cuando los arbolitos llegaron mi esposo fue muy cuidadoso en seguir las instrucciones que venían dentro del paquete. Mientras lo observaba cuidar de esas diminutas plantas, si alguien me hubiera preguntado lo que pensaba con toda seguridad hubiera respondido que esos arbolitos no servirían para nada.
¡Qué equivocada estaba! Mientras los días pasaban yo veía a mi esposo cuidar diligentemente sus plantitas y no queriendo ser profeta de desastres guardé silencio esperando el día cuando me dijera que los arbolitos se habían muerto. Sin embargo, la historia fue otra. Dos hermosos árboles comenzaron a crecer y hoy disfrutamos de ellos en nuestro jardín como un testimonio de que el crecimiento es posible si seguimos las indicaciones correctas.
Ahora que los días fríos del invierno se fueron y la primavera ha llegado, nuestros árboles y flores han comenzado a brotar alegrando el paisaje. Ya hemos iniciado los trabajos en el jardín y la tarea se augura bastante fuerte ya que el largo y fuerte invierno dejó muchas secuelas. Tendremos que abonar, quitar las hierbas malas, y asegurarnos de que cada planta que está reviviendo tenga las condiciones necesarias para florecer. Aunque los ambientalistas han dicho que no tendremos muchos insectos este año debido al fuerte frío, creo que se han equivocado. Esta mañana al salir al patio observé muchos abejorros, y otros insectos volando en el jardín. Ellos también han salido para disfrutar del clima y para conseguir un poco del néctar de las flores que van brotando. Mientras observaba la cantidad de insectos en el árbol de cherry pensé que muy pronto todas las flores se caerán para dar paso a las hojas verdes que cubrirán el árbol hasta el próximo invierno. El tiempo de la floración es muy corto pero ya los insectos están atacándolo fuertemente porque han percibido la fragancia y el néctar de las flores.
Algo muy similar sucede con nuestra vida espiritual cuando comenzamos a florecer. Hay un enemigo que nos ataca resueltamente para quitarnos la alegría y el entusiasmo. La fragancia de un corazón entregado al Señor y la dulzura de su amor nos hacen florecer, pero necesitamos estar preparados para los ataques que vendrán. No podemos evitar ser blanco del enemigo, sin embargo, siempre podemos acercarnos al Jardinero Divino para que nos cubra con su manto de poder a fin de que podamos resistir las asechanzas del enemigo. Por eso te invito para que mientras enfrentas tus propias crisis o problemas recuerdes que el enemigo ya fue vencido en la cruz del Calvario para asegurarnos la victoria de manera que pase lo que pase NUNCA DEJEMOS DE FLORECER.
Hoy les comparto una foto del hermoso árbol de cherry que adorna nuestro jardín como muestra de lo que el Dios en el que creemos nos regala mediante la naturaleza.