¿Sabe por qué las tortugas viven más que otros animales? Porque nunca corren, n tienen prisa por llegar a ninguna parte. Sólo caminan por la vida.
Deberíamos imitarlas. Por lo general, cuando nos apresuramos hacemos mal las cosas. Por correr no vemos a tiempo la piedra que inevitablemente nos hará caer.
Si camináramos por la vida podríamos disfrutar de cada detalle, de cada momento, de las personas que se cruzan por nuestro camino, de cada día y de cada noche.
¡Hay tantas cosas que podríamos disfrutar! Y lo peor de todo es que no lo hacemos porque siempre estamos corriendo.
¿Para qué? ¡Quién lo podría saber! Corremos porque nos dejamos llevar por la corriente.
Si dejáramos de correr tendríamos mayores chances para vivir más y mejor – como las tortugas. Y, además, disfrutaríamos plenamente de cada uno de los instantes que componen nuestra vida.