“En su sabiduría el Señor ha decretado que la familia sea el mayor agente educativo. En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su primera escuela, allí, con sus padres como maestros, debe aprender las lecciones que han de guiarlo a través de la vida; lecciones de respeto, obediencia, reverencia, dominio propio.
Las influencias educativas del hogar son un poder decidido para el bien o para el mal. Son, en muchos respectos, silenciosas y graduales, pero si se ejercen de la debida manera, llegan a ser un poder abarcante para la verdad y la justicia. Si no se instruye correctamente al niño en el hogar, Satanás lo educará por instrumentos elegidos por él. ¡Cuán importante es,pues la escuela del hogar!
Consideremos el círculo de la familia como una escuela, en la cual preparamos a nuestros hijos para el cumplimiento de sus deberes en el hogar, en la sociedad y en la iglesia.