Este seminario es una recopilación que puede ser usado para discutir en programas de Ministerio de la Mujer. Muchas de las declaraciones que aquí se presentan yo las viví en mi casa materna porque mi padre era un hombre que se jactaba de decir que no creía en nada, ni en nadie. Por muchos años mi madre vivió bajo la presión a la que mi padre la sometía, tratando por todos los medios de impedirle su asistencia a la iglesia, su apoyo financiero y muchos otros detalles de la vida cristiana. La perseverancia en la oración hizo posible la conversión de mi padre por eso creo que los conceptos aquí presentados podrán ser de mucho interés para todas las que estén pasando por situaciones parecidas.
Objetivo del seminario: Este seminario te ayudará a comprender de una forma clara y real la problemática familiar y de pareja que se presenta cuando tu cónyuge no comparte tu fe religiosa. La Biblia presenta sabios consejos para la mujer que vive en un “yugo desigual”, y deseamos compartirlas contigo para ayudarte a ser feliz aunque tengas que vivir al lado de un esposo que no ha aprendido a amar a Jesús.
Introducción: ¿Qué hay para comer? Pregunta tu esposo un sábado de mañana justo cuando estás lista para salir con tus hijos para la iglesia. Lo miras con cara de pocos amigos y te devuelves taconeando a la cocina, tiras las ollas, golpeas la puerta de la nevera y buscas lo que vayas a preparar. Te sientes molesta, enojada, porque todos los sábados algo desagradable tiene que suceder cuando estas lista para irte al culto. ¿Te suena familiar este relato? ¿Acaso es tu experiencia? Pues si tu respuesta es afirmativa tengo buenas noticias para ti.
I. Una vida solitaria Cuando vas a la iglesia y miras las familia que están sentadas a tu alrededor unidas en adoración se desatan dentro de ti sentimientos que no sabes cómo enfrentar. 1. Te sientes triste y resentida con Dios 2. Te sientes cansada de orar por tu esposo y no tener respuesta a tus oraciones. 3. Te abruma la tensión de ir al templo dejando a tu esposo solo en casa 4. Te molestan sus acusaciones falsas y sus palabras de reproche
A. ¿Cómo llegaste a esta situación? Actividad: Formen grupos de cuatro mujeres para compartir sus experiencias de cómo se convirtieron en esposas de hombres inconversos. Has una marca en el cuadro que resume tu experiencia: o Conocí al Señor después de casada. o Me casé con un cristiano que abandonó la fe o Yo era cristiana me casé con un no creyente
B. El matrimonio de un creyente con un no creyente con frecuencia se convierte en un impedimento para el crecimiento espiritual del creyente.
Muchas parejas ante esta situación comienzas a experimentar: (marca tu situación) o Incomodidad e inconformidad en su relación. o El cónyuge cristiano comienza a presionar para que le otro acepte a Jesús. o El cónyuge cristiano asume una posición de “santidad”. o Ocurre distanciamiento entre la pareja. o Se culpa al cónyuge incrédulo por su falta de espiritualidad o El esposo no cristiano expresa su descontento con la conducta de su esposa después de aceptar al Señor: “antes eras una mejor esposa”. o Tu esposo se incomoda por el estilo de tus oraciones y por tus constantes ataques para evangelizarlo.
II. Dios no se equivoca Las implicaciones contenidas en el consejo divino expresada por el apóstol Pablo en 2 de Corintios 6: 14 van más allá de lo que se piensa:
Analiza la siguiente declaración: Si conociste al Señor después de casada, no cometiste un error al casarte, porque Dios bendijo esa unión
El esposo inconverso tiene una posición privilegiada a causa de su unión con una cristiana fiel (1Corintios 7: 14) explicar: “Porque el esposo no creyente ha sido santificado por la unión con su esposa…” Considera tú matrimonio como el ministerio misionero que Dios te ha dado, y busca la ayuda divina para realizarlo con amor y paz.
II. La realidad de un hogar divido. En un hogar donde ambos cónyuges no comparten la misma fe religiosa, se pueden presentar las situaciones que se mencionan a continuación y que causan molestias y distanciamiento:
Marca con una x las que se aplican a tu experiencia personal: o Hay latas o botellas de cerveza, cigarrillos, por cualquier parte de la casa o Se escuchan palabras groseras con frecuencia o Se ven programas de TV de baja calidad moral o Los hijos están viendo un modelo de padre inadecuado o El sábado no se puede observar como es debido
¿Cuál debe ser tu reacción? Antes esta realidad debes meditar en lo siguiente: 1. Tal vez tu esposo se siente solo porque piensa que ahora la iglesia es un elemento que los ha dividido y preferiría que fueras la mujer que él conoció y no lo que eres ahora. 2. Lee Juan 6: 44 – “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae al Padre”. Es Dios quien tiene que atraer a tu esposo y necesita tu ayuda para lograrlo. 3. Mientras más ames a Dios más debes amar a tu esposo
IV. Consejos e ideas para vivir con un esposo inconverso 1. Vive el presente – acepta la situación y concéntrate en cultivar la paz y la felicidad. 2. Recuerda que no eres responsable de convertir a tu esposo; esa obra es de Dios y el Espíritu Santo. Solamente dale tu testimonio. 3. Mantén tu relación con Dios como un asunto de prioridad 4. Acepta a tu esposo como es. Dale la libertad de tomar decisiones que tal vez no te parezcan correctas o no estés de acuerdo pero no lo critiques. 5. No idealices lo que debe ser estar casada con un esposo cristiano. 6. Deja que tu esposo sepa que tu matrimonio es una prioridad para ti. No dejes que los asuntos religiosos te aparten de tu hogar. 7. Diviértanse realizando actividades que ambos disfruten. Demuéstrale afecto. 8. Comparte tu vida espiritual; confía en una amiga, o únete a un grupo de oración. 9. Pacientemente ora por la conversión de tu esposo. 10. Aunque tengas pesar por tener un compañero no cristiano, no te dejes estancar espiritualmente. 11. Confía que Dios está obrando y obrará en tu esposo, aunque no lo veas (Hebreos 11: 1) 12. Si tu integridad y seguridad física se ven en peligro a causa de las reacciones violentas de tu esposo, debes buscar ayuda de tu pastor o de otra persona confiable inmediatamente.
“El amor es el agente usado por Dios para transformar la vida espiritual de un esposo inconverso”