Leyendo un artículo publicado por una escritora cristiana me quedé meditando en las diferentes formas como Dios se acerca a nosotras para usarnos. Por regla general nosotros trastornamos o interrumpimos los planes de Dios, pero en este artículo se enfatizaba el hecho de que hay ocasiones en las que es Dios quien interrumpe nuestros planes porque desea que hagamos algo diferente.
La Biblia está llena de ejemplos donde los hombres interrumpieron los planes de Dios dejando evidencia de que tal actitud lo que generó fue tragedia, tristeza, castigos y hasta la muerte. Pero, allí también se presentan ejemplos de hombres que respondieron positivamente a las interrupciones de Dios en su vida y los resultados fueron asombrosos.
Estoy segura que están de acuerdo conmigo cuando digo que la vida de la familia pastoral es muy ocupada. Siempre hay muchas áreas que atender tanto en el aspecto de la vida familiar, así como en cuanto a los asuntos que competen a las iglesias del distrito, o simplemente al cargo de responsabilidad que se les ha entregado. Eso crea una situación que, aunque no es única de la familia pastoral, la mayoría de las veces es motivo de queja e incomodidad en los miembros de la familia. Me refiero a las ocasiones en las que como familia hemos planificado un viaje, una vacación, un día libre, o simplemente un tiempo para disfrutarlo en la paz y la tranquilidad de nuestro hogar y se echa a perder, o se cancela por una llamada telefónica, o una emergencia relacionada con los asuntos de la iglesia. Esa situación produce incomodidad, y por lo general pensamos que los hermanos de la iglesia no consideran que nosotros también necesitamos descanso y tranquilidad aunque sea un día.
Si como esposa de pastor en algún momento has pensado así, no quiero que te sientas mal. A mí también me pasó. Es tan difícil lograr que el esposo saque un tiempo libre porque aunque sabe que tiene derecho y permiso para hacerlo, está tan ocupado que le resulta casi imposible. Cuando finalmente encuentra ese espacio (o lo hace por nuestra insistencia) entonces los planes se ven frustrados por asuntos de la iglesia. En varias ocasiones me encontré con todo listo para salir como familia y ver que en pocos minutos los planes se habían esfumado, y entonces tenía que tratar de hacer que nuestros hijos entendieran que su papá tenía que atender algo muy importante que había sucedido, prometiéndoles que pronto les cumpliríamos la promesa de llevarlos a pasear. Por supuesto que esto generaba molestia y frustración, pero nada se podía hacer para evitarlo de manera que aprendidos a convivir con esas eventualidades.
Sin embargo, con el correr del tiempo aprendí que cuando Dios interrumpe nuestros planes ya sean familiares o personales siempre hay una bendición escondida. ¿Te has puesto a pensar que esa llamada telefónica que llegó para interrumpir los planes de ustedes tal vez fue una bendición pues evitó un conflicto mayor para tu esposo si no la atendía de inmediato? ¿Has considerado la posibilidad de que alguien haya estado orando y pidiendo al Señor que le enviara ayuda ante una necesidad y has sido tu o tu familia, la respuesta a esa oración? ¿Has pensado que cuando Dios interrumpe tus planes es porque quiere usarte para hacer algo en favor de otros? Como esposa de pastor necesitamos pedirle al Señor que nos ayude a identificar esas ocasiones en las que Él interrumpe nuestros planes para usarnos como una bendición. No permitamos que los afanes, ni nuestra agenda personal nos hagan perder la bendición de una interrupción divina en favor de otros.