Cada labor de la casa puede resultar un ejercicio diario de belleza que mantendrá tu cuerpo en forma, te hará perder algunos centímetros de más en la cintura y recobrará la elasticidad de tus músculos. La forma en que limpiamos la bañera, en que hacemos las camas, barremos, nos inclinamos para recoger la basura, son faenas diarias de toda amada de casa. Pero pueden ser, también ejercicios formidables para mantenerte en línea.Arreglar las camas – Es un excelente ejercicio para los brazos. Cuando alises las sábanas mantén los brazos extendidos el mayor tiempo posible, estirándolos desde el centro hasta el extremo opuesto a donde te encuentras parada. Así obtendrás la extensión de tu cuerpo y día a día te sentirás más flexible. Si sientes que los músculo te tiran, es señal de que estás haciendo los ejercicios correctamente.
Limpiando la bañera – Este trabajo por lo general es muy tedioso, pero si nos damos cuenta del provecho que le podemos sacar, ya no lo consideraremos como un deber de limpieza, sino como un tratamiento de belleza. Hazlo en esta forma: párate bien derecha preparada con el limpiador y el cepillo en tus manos. Has una inspiración de aire profunda y retenlo mientras te arrodillas para alcanzar los rincones y partes de la bañera, con las rodillas y los pies juntos sobre el piso. Exhala el aire lentamente mientras restriegas. Cuando hayas expulsado todo el aire enderézate, y has otra inspiración profunda y termina de restregar mientras exhalas el aire lentamente. En la posición de rodillas estira el cuerpo lo más posible y al mismo tiempo contrae el estómago.
Las ventajas de este ejercicio son innumerables. Los músculos de la espalda, de las pantorrillas, del abdomen se fortalecen, así como los pulmones al inhalar, retener exhalar el aire lentamente.
Barrer – Esta tarea puede hacerse con entusiasmo cuando sepas la forma de convertirla en una ayuda eficaz para tus tobillos y pantorrillas, así como para obtener equilibrio perfecto mientras la basura va siendo eliminada. Barre sobre la punta de los pies. Al principio hazlo por uno o dos minutos, o hasta que puedas resistir esa posición, volviendo a la normal. A medida que vayas adquiriendo el hábito, aumenta los minutos.
Levantando un objeto pesado – Cuando levantas algo pesado del suelo ayudas a endurecer los músculos, si lo haces correctamente. Nunca te agaches doblando la cintura para levantar algo pesado, porque puedes provocarte un fuerte dolor de espalda. Separa las piernas con las puntas de los pies hacia fuera, bajando lentamente, la espalda bien recta. Levántate poco a poco con el objeto.
Lavar – Esta es una faena muy eficaz para reducir la cintura, si levantas una a una cada prenda sucia, manteniendo las piernas rectas y doblando la cintura. Cuando termines de clasificar toda la ropa, enderézate y comienza a lavar.
Para alcanzar un objeto de un lugar algo – Párate con las piernas separadas, con las puntas de los pies hacia fuera, y enfocando la vista hacia lo que buscas. Con el cuerpo erguido elévate sobre la punta de los pies, y mientras levantas un brazo, levanta también la pierna contraria y extiéndela hacia fuera lo más posible. Mientras encuentras lo que buscas, contrae el abdomen. Este ejercicio te dará una figura más graciosa y te ayudará a mantener el equilibro en tu cuerpo.
Limpieza del piso – Esta tarea te ayuda a mejorar la elasticidad de tus músculos de los brazos y piernas. Mantén el trapeador a una buena distancia de tu cuerpo, de manera que tus brazos se extiendan. Según halas el trapeador hacia ti, estírate hacia arriba y alterna la posición de los brazos y las piernas.