Tú eres para mí una hermosa canción. Tu vida es una suave sinfonía que yo mismo estoy componiendo nota por nota. Yo tomo tus fracasos, tus lágrimas, y tus triunfos y los transformo en una gloriosa armonía que será cantada en el cielo por toda la eternidad.
Todos tus pensamientos y obras están delante de mí como notas en una página. Cada decisión que haces es como un acorde importante para la eternidad. No permitas que el ruido del mundo destruya tu magnifica melodía.
Mi amada, búscame en la callada quietud de la mañana, y llenare tu corazón con música divina. Mantente en ritmo con mi Espíritu a través del día, y haré de tu vida una melodía irresistible que quedara como un suave perfume en los corazones de aquellos que caminan por la vida contigo.
Camina conmigo en absoluto rendimiento, y así atraerás a otros hacia Mí en una composición de alabanza.