La planificación de eventos es parte del Ministerio de la Mujer. Sin embargo al pensar en realizar un programa la pregunta clave es: ¿cuál es el propósito de este programa o actividad? Muchos eventos requieren gran planificación y es de suma importancia que se entienda claramente por qué se estará realizando, y qué es lo que se desea lograr con el mismo.
“Los eventos especiales pueden proveer alegría, tiempo para compartir, y renovación espiritual tanto para cristianos como no cristianos también. A través de escenarios y ambientes informales, los eventos pueden atraer hasta las personas más rehacías hacia el cristianismo haciendo que se construyan puentes de amistad donde se experimente en forma placentera, los encuentros con Dios y sus hijos. Mediante eventos especiales, mostramos al mundo que la iglesia de Dios no es solamente un edificio, sino un cuerpo de creyentes que disfrutan al servir al Señor juntos y a otras personas”. (The planning remedy).
Esta declaración, es un claro recordativo de por qué tomamos tiempo para organizar y ejecutar eventos. Algunas veces con facilidad nos enfrascamos solamente en los detalles y olvidamos el hecho de que el asunto de ministrar es para las personas… y no para hacer programas. Cuando planifique un evento para su ministerio tenga en mente las siguientes recomendaciones:
¿Por qué realizar un evento?
Porque ellos nos sirven para: – Establecer relaciones – Animarnos unas a las otras – Ejercer los dones espirituales – Dar la bienvenida a nuevas mujeres de la iglesia – Aprender y crecer en la fe – Estudiar la Palabra de Dios – Alabar y adorar en un ambiente de amistad cristiana – Compartir el Evangelio – Relajarnos y pasar un momento de recreación
Elementos Claves al Planificar un Evento No importa cuál sea la clase de evento que usted tenga en mente tome en consideración lo siguiente:
1. Pasión – la mayoría de los eventos nacen en la mente de una o dos personas que disfrutaron de algo en algún momento y que desean compartir con otras personas ese beneficio que recibieron a fin de que puedan satisfacer las necesidades que observan en otros. No planifique eventos sólo por el hecho de realizar un evento más. Haga planes para eventos que nacieron de la pasión de ustedes.
2. Oración – una buena planificación siempre comienza con oración. No es que un evento tenga éxito o fracase si no se ora, pero las bendiciones de Dios son derramadas sobre un evento cuando lo hemos involucrado a Él en cada paso de la planificación. Después de todo… el evento es para Su Gloria!
3. Propósito – ¿Qué desea lograr con este evento y cuán relacionado está con toda la programación y objetivos de su ministerio y de la iglesia en general? Sería recomendable expresar por escrito en un par de líneas el propósito del evento juntamente con los resultados que se anticipan lograr. Esto le permitirá evaluar el éxito del evento, y le proveerá un blanco sobre el cual proyectar su futuro.
4. Propuesta – este tal vez no sea un paso en su planificación. Si usted se está iniciando en el Ministerio de la Mujer, o si pertenece a una iglesia grande, tal vez la junta requiera que usted someta una propuesta para cada evento a realizar de manera que pueda ser considerado por ellos. Si ese es el caso tenga en mente que una propuesta debe contener los siguientes elementos: a. Qué clase de evento será y para qué se va a realizar b. Cuándo y dónde se va a realizar c. Qué se espera que la iglesia provea d. Cómo será financiado el evento e. Cómo se hará la publicidad del evento f. Cuántas personas se espera que asistan g. Cuáles son los resultados que se esperan con el evento
Con estas sugerencias en mente comience a planificar sus eventos y de esa forma su ministerio estará mejor orientado hacia los logros y la satisfacción de las necesidades de las damas de la iglesia.