Esta semana mientras regresabamos a la casa observé con mucha tristeza una escena que me hizo reflexionar en la gran responabilidad que tienen los padres de cuidar a sus hijos de las influencia del medio que ejercen tanta presión e impacto sobre ellos. Vi un joven padre con su hijito de aproximadamente unos 10 años colocando unos adornos en el frente de su casa. Los adornos eran tumbas, símbolos de brujas, arañas, fantasmas y otros que evocaban el culto a los muertos. De inmediato me puse a pensar cuánto sufrimiento, cuánto dolor se experimenta cuando alguien de la familia muere. Lo menos que uno desea tener en su casa es un féretro algo que evoque la muerte.
De igual forma a nadie le gustaría vivir en un hogar donde se escuchen ruídos misteriosos, voces o lo que algunos llaman apariciones. Algo de esa índole produce un descontrol nervioso que puede llevar a las personas hasta tener que recibir tratamiento siquiátrico. Si todo esto es tan desagradable, ¿cómo es que cuando llega este tiempo pareciera que buscamos lo que no debemos buscar y exponemos a nuestros hijos al contacto con esos elementos que les pueden ocasionar miedo y confusión? ¿Es la celebración de Halloween inofensiva?
Halloween es una fiesta basada en el miedo, la muerte, los muertos vivientes, la magia negra y los monstruos místicos. Los “personajes” que se suelen asociar a Halloween incluyen a los fantasmas, las brujas, los gatos negros, los zombis y los demonios, así como ciertas figuras literarias como Drácula y el monstruo de Frankenstein. Nada de esto tiene su origen en Dios. Es todo invención diabólica que no tiene otro propósito sino conducir las mentes hacia falsas creencias que nos alejan de las verdades bíblicas acerca del estado de los muertos. Satanás siempre ha querido hacer aparecer inofensivas muchas de las cosas que a la final tienen resultados destructivos. Esta festividad parece ser muy alegre, llena de dulces y saturada de las emociones que a todos los niños les agrada, pero hay algo más profundo que pocas veces se toma en consideración. Estamos enseñando a los niños algo que no es bíblico. Los estamos exponiendo a las poderosas y peligrosas influencias del mal que están bajo el dominio del príncipe de las tinieblas que es Satanás. Estamos sembrando en la mente de los niños en forma muy sutil ideas que confunden y llevándolos a colocar en los fundamentos de su fe elementos de falsedad y brujería que son los que posteriormente producen en ellos miedo y alejamiento de Dios.
Queridos padres, Halloween no es tan inofensivo como parece. Eres responsable de mantener tus hijos lejos de estas influencias y de tomar tiempo para sentarte y explicarles la verdad que hay detrás del engaño de los dulces y los disfraces. Seguramente tus hijos te dirán “pero, eso es falso, no hay que tenerle miedo, los fantasmas no existen”, porque parte del engaño radica en que creamos que no hay que temer. Como estudiosos de la Biblia sabemos que las fuerzas del mal sí existen y que debemos mantenernos en guardia.
En Efesios 6:12 dice: “Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales”. Contra esto tenemos que protegernos y proteger a nuestros hijos. Satanás engañó a la primera pareja y sigue engañando a los hogares. Mantén tus hijos libres de esas influencias malignas de manera que sus tiernas mentes infantiles no sean afectadas. Háblales del tierno cuidado de los ángeles para librarnos de los peligros y las cosas malas y cuéntales que cuando estemos con Jesús en el cielo vamos a disfrutar de muchas cosas hermosas que no producirán miedo ni temor.