Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti. Puedo enseñarte muchas cosas pero tú debes decidir aprender. Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.
Puedo darte libertad, pero la responsabilidad es tuya. Puedo llevarte a la iglesia, pero no puedo obligarte a creer. Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
Puedo hablarte del respeto, pero no puedo respetar por ti. Puedo aconsejarte acerca de las amistades, pero no puedo escoger tus amigos. Puedo educarte acerca del sexo, pero no puedo vivir tu sexualidad.
Puedo hablarte de la vida, pero no puedo construir tu reputación. Puedo decirte que las drogas son peligrosas, pero no puedo rechazarlas por ti. Puedo exhortarte a elegir metas elevadas pero no puedo alcanzarlas por ti.
Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadosa. Puedo amonestarte respecto del pecado, pero no puedo vencerlo por ti.
Puedo explicarte cómo alcanzar la vida eterna, pero no puedo obligarte a elegir el camino.
Puedo orar por ti, pero no puedo vivir tu comunión. Aunque siempre estaré a tu lado, el futuro dependerá de tus propias decisiones. Te amo.