Texto clave: Mateo 5: 13-16
Decoración: Use velas perfumadas, de distintas formas y colores, cada una envuelta en tela de tul blanco, atadas con una cinta blanca. El tema puede ser usado en un programa especial de la iglesia o como tema para un retiro de damas.
Símbolos a destacar • Fragancia y color de las velas – representa a cada persona; su vida es diferentes uno de otros, sin embargo todos son creados por el mismo Dios.
• Tul blanco – representa el manto de la justicia que nos cubre y protege • Cinta blanca – representa la pureza de su amor que nos mantiene unidos a todos • El pábilo; mecha- representa la luz; la forma como vivimos la vida en medio de las distracciones del mundo de manera que podamos ser un testimonio para aquellos que todavía están en tinieblas. • Fragancia de las velas – también representan el testimonio y la dulce fragancia de nuestro Señor.
La ilustración que nos presenta el libro de Mateo habla de colocar una luz en el lugar apropiado. Nadie enciende una luz y la coloca en un cajón porque de esa manera no lograría alumbrar. Hablemos de algunos cajones en los cuales mujeres como nosotras podemos estar escondiendo nuestra luz.
a. el cajón de las preocupaciones – ¿cuánto tiempo gastas preocupándote por algo que tal vez nunca llegará a suceder? Supongamos que eso que te preocupa suceda, ¿qué caso tiene que vas a intentar cruzar ese río antes de llegar a la orilla? La mujer cristiana debe aprender a dejar sus preocupaciones en las manos del Señor.
b. el cajón de la culpa – para algunas los sentimientos de culpa son agobiantes y destructivos. Las mantienen ubicadas en el pasado, en aquellas situaciones que sucedieron y que no supieron enfrentar correctamente. ¿Puedes hacer algo con eso que no hiciste bien? ¿Puedes volver el tiempo atrás y remediarlo? Seguramente las respuestas a estas preguntas será NO, por lo tanto seguir culpándote no tiene sentido. Muévete hacia nuevos ideales y olvida eso que te hace sentir culpable.
c. el cajón de la enfermedad – hay mujeres que están siendo aquejadas por una enfermedad que les ha quitado la felicidad o el deseo de vivir. No es fácil tener que enfrentar la realidad de un cáncer, un infarto o cualquier otro trastorno de salud. Muchas de esas enfermedades pueden ser el resultado de hábitos malsanos o de un estilo de vida que no garantiza la buena salud. Por supuesto, eso no deja que la luz de Jesús pueda brillar pero dentro de la situación que cualquiera pudiera estar enfrentando las palabras de Jesús al apóstol Pablo el cual tenía un problema de salud que no tenía solución pudieran ser las mismas palabras para que tomes ánimo y trates de vivir dejando que la luz del amor de Dios se refleje en ti hacia otras personas. Jesús le dijo a Pablo: “Bástate mi gracia”, y eso mismo te dice a ti.
d. el cajón de las relaciones rotas – no todas tenemos la dicha de tener una familia en la que nos llevamos bien y nos amamos a pesar de nuestras diferencias. Existe una infinidad de situaciones que pudieran estar afectando las relaciones de una mujer con su esposo, sus hijos o su familia extendida. Tal vez el asunto ha trascendido a las personas que la rodean en el trabajo, el vecindario y aún en la iglesia, pero eso no debe ser motivo para que no dejes brillar tu luz. Analiza lo que está sucediendo en tu relación con los demás y ora por los cambios que Dios te está revelando que tienen que comenzar en ti. No pretendas cambiar a las personas; pídele a Dios que te cambie y eso será el comienzo de una vida que brille para Jesús.
Canto: Seleccione un canto que sea acorde con el tema Oración final
Nota: entregue a cada dama una velita con una tarjeta que diga: Deja brillar tu luz