A continuación encontrará algunas cualidades que se observan en los niños cuyos padres toman tiempo para consagrarlos al Señor.
1. Conocen a Cristo en forma personal – Necesitan saber que Dios los ama y tiene un cuidado personal de ellos.
2. Comprenden el concepto de la Gracia – Dios los ama más de lo que ellos se merecen. El está de su lado. Su salvación no está basada en lo que ellos hacen pues nunca serían lo suficientemente buenos. Jesús es bueno; él murió en su lugar. Todo lo que deben hacer es crecer en Él y aceptarlo.
3. Estudian las Escrituras – Las Escrituras deben ser parte de su relación diaria con Dios. Las porciones de la Biblia que se archivan en la memoria pueden salvar vidas, siempre que se entiendan y piensen acerca de lo que se aprende.
4. Son responsables moralmente – No es suficiente saber lo que está bien y lo que está mal. Los niños necesitan valorar lo correcto, dedicarse a hacer lo que está bien y vivir en el camino de Dios.
5. Aceptan la comunidad de todos los creyentes – La manera en que nos relacionamos con los demás, incluso con los que son diferentes de nosotros, muestra nuestra dedicación y la comprensión que tenemos de la gracia.