BIENAVENTURADAS aquellas que son humildes: porque ellas enseñarán humildad por su ejemplo y no por palabra solamente.
BIENAVENTURADAS aquellas que deseen la perfección de Cristo: porque esta virtud es mucho mejor que la hermosura que el mundo admira.
BIENAVENTURADAS las misericordiosas: porque no hay nadie tan pobre que no pueda ser hijo de Dios.
BIENAVENTURADAS las que se compadecen de otros: porque su carácter puede ser juzgado por lo que dan a los demás.
BIENAVENTURADAS las pobres en cosas de este mundo: porque su tesoro está guardado en el reino de los cielos.
BIENAVENTURADAS las que no tienen amigos íntimos: porque ellas encontrarán consuelo en el mejor amigo del mundo.
BIENAVENTURADAS las que tienen hijos: porque ellas pueden comprender mejor los problemas de sus semejantes.
BIENAVENTURADAS las que por causa del trabajo de su esposo permanecen mucho tiempo solas: porque con ello contribuyen a ser representantes del Señor.
BIENAVENTURADAS las que no hacen comparaciones: porque nada se gana con comentar: “Cuando estuvimos en nuestra última iglesia, hacíamos esto cada año”.
Sean agradecidas y gozosas: porque vuestro galardón estará esperándonos en el cielo, según vuestro fiel servicio al Rey.