El último sábado de octubre es dedicado a reconocer la labor que realizan los pastores en las diferentes congregaciones. Muchas iglesias organizan programas especiales y hacen demostraciones tangibles de su aprecio para su pastor. Para mí esta celebración es muy especial porque tengo un esposo y un hijo pastor. Además hay en nuestra familia otros pastores que han contribuido al crecimiento de la iglesia y al cumplimiento de la misión que Dios nos dejó. Quiero compartir con ustedes este material esperando que lo puedan aprovechar y usarlo en sus iglesias. Por mi parte hago extensivo mi amor hacia mi esposo, hijo, sobrino, cuñado y pastores que están el frente de un rebaño. Dios bendiga el ministerio de ustedes.
La Bendición de Ser Pastor
Ser un pastor es una tarea muy hermosa, pero que conlleva grandes responsabilidades. Cuando un hombre y su familia son apartados para el santo ministerio no son alejados de las presiones del mundo; al contrario, son llevados al frente mismo de la batalla entre el bien y el mal para luchar contra el enemigo arrebatándole las almas para el reino de Dios. Esto y muchas otras cosas más son características que identifican la labor del pastor y por consiguiente de su familia también. Por eso durante el mes de octubre un día es dedicado para homenajear al pastor esperando que la celebración sirva de estímulo y reconocimiento a su gran labor. En ningún momento la celebración pretende exaltar la persona del pastor, porque éste es un hombre como cualquier otro y solamente Jesús merece ser exaltado, pero todo lo que se haga para apoyar, animar, cuidar y motivar al pastor y su familia es un esfuerzo que el cielo ve con buenos ojos.
Ocho Formas de Animar al Pastor
Con frecuencia los pastores son personas muy solitarias aun cuando se encuentren rodeadas de personas. Esto puede afectar grandemente su capacidad de sentirse apreciado y aceptado por los miembros de su congregación. A continuación compartimos ocho formas para animar a un pastor y hacerlo sentir valioso e importante.
- Acabe con la crítica – Con frecuencia los ministros son fuertemente criticados ya sea por la forma como manejan la iglesia, por el estilo de predicación, por su vestimenta, por la forma de criar sus hijos o por cualquier otro detalle. Con frecuencia se puede escuchar a miembros de la congregación decir: “el sermón fue pésimo, muy aburrido”; “la música en la iglesia hoy estuvo terrible”. En lugar de continuar con estos comentarios negativos se debiera recordar que los pastores en su mayoría tratan de hacer lo mejor para proveerles a sus miembros un ambiente agradable en la iglesia. En lugar de criticar tanto, sería mejor ayudar y destacar las cosas buenas que suceden en la iglesia. Esto contribuirá grandemente a mejorar la estima propia del pastor.
- Ore con regularidad – Una buena costumbre que cada miembro debe tener es la de orar por su pastor. Pida al Señor que derrame grandes bendiciones sobre su pastor y la familia. De igual forma eleve súplicas a favor de su pastor para que pueda tener más sabiduría, fe, valor y fortaleza física.
- Exprese su aprecio por escrito – Las expresiones o palabras de aprecio que se le dan a una persona son siempre bienvenidas, pero cuando el aprecio es expresado en una nota, carta o tarjeta, la personas que la recibe la puede conservar y leer en los momentos de desaliento o cuando desea recordar las bendiciones recibidas. Cuando usted escuche o vea algo bueno de su pastor, póngalo por escrito y envíeselo. Él se lo agradecerá.
- Use sus dones para ayudar al pastor – Cualesquiera sean los dones que Dios le ha concedido, úselos para bendición de la iglesia. Todo lo que se hace por el bienestar de la congregación es algo que produce felicidad a un pastor que ama a su congregación. Recuerde que el pastor es un servidor, pero cada miembro también puede y debe servir a su iglesia.
- Rechace el chisme – Si usted escucha un comentario negativo del pastor o de su familia por favor no le preste oído. Si la información que se está diciendo es falsa, tome tiempo para aclarar y corregir a la personas que la está transmitiendo. Si la información es cierta, hable con su pastor de corazón a corazón y ore pidiendo ayuda divina para ese problema que el pastor está enfrentando. Esto es más loable que seguir regando el chisme entre la congregación.
- Ofrézcase para satisfacer alguna necesidad que su pastor tenga – Es posible que el pastor no tenga todos los dones o experiencia requeridos para ser clasificado como un excelente pastor, pero usted puede ayudar. Si observa un área en el ministerio donde el pastor debe mejorar, trabaje unido a su pastor para ayudarle a fortalecer esa debilidad.
- Responda a los llamados– Nada anima y alegra más a un pastor que ver a sus miembros responder positivamente a sus mensajes y enseñanzas. Si algo del sermón le fue de utilidad para su vida personal, tome tiempo para compartir con el pastor y agradecerle por la ayuda que recibió de parte de él y con la influencia del Espíritu Santo quien fue el responsable total de su respuesta.
- No compare a su actual pastor con el anterior – Esta es una tendencia muy natural ya que hay líderes espirituales con los cuales nos identificamos mejor. Deje a un lado cualquier preferencia que usted tenga y en su lugar agradezca a Dios que provee líderes espirituales para su iglesia.