“Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré”. Salmo 145: 1-5

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios Romanos” 1: 18-22

“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre”. Hebreos 13: 5

El Salmo 145 fue escrito por David y constituye un hermoso poema de agradecimiento. Los primeros cinco versículos son una linda reflexión que nos ayuda a ver lo maravilloso que es Dios. Todo este salmo está lleno de bendiciones, alabanzas y celebraciones por los hechos grandiosos realizados por un Dios que es poderoso. Pareciera que esta es una nota tónica en muchas de los salmos escritos por David nunca coloca a un lado el de manifestar alabanza y como él dice: “meditar en tus maravillosos hechos”.

Según David ¿cuáles son las razones para dar gracias a Dios? En primer lugar hay que dar gracias a Dios por qué “El es clemente y misericordioso”. El profeta Joel dice en cuanto este atributo de Dios: “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo”. Joel 2: 13. Las misericordias de Jehová son las que no nos consumen. Para el salmista las misericordias de Dios lo habían perdonado. Esa debe ser una muestra de gratitud.

La segunda razón para agradecer del salmista sostiene a los que caen y levanta a los oprimidos. Nosotros gozamos de libertad, sin embargo hay muchos que han caído y que están en las cárceles purgando condenas. En este momento en el mundo hay más 50,000 personas secuestradas. Sin embargo, el Señor si ellos se arrepienten el los levanta pues son oprimidos. El caso de Esthercita Flores forma parte de los oprimidos en este mundo pues cayó y está presa. Pero Dios no la abandona pues a pesar de su error El Señor promete que está con ella. Estas luchando con un vicio Dios dice que él está con los oprimidos de este mundo. Gracias pues aparentemente yo estoy libre.

La tercera razón que da el salmista por su agradecimiento es porque El nos da su comida a tiempo. El hambre está matando a los seres humanos, hay hambre literal sobre esta tierra. Cada 6 segundos muere un niño de hambre y no podemos contar los estragos del hambre que han de venir. Quizás acá en nuestro medio tenemos personas que no comen bien sin embargo la promesa es que Dios no da la comida a su tiempo. Siempre hay un plato de comida en nuestra mesa que debe estar dispuesto para alguien.

La cuarta razón para el agradecimiento de parte el salmista es que “el escucha y atiende nuestros ruegos”. Muchas veces nos parece como que si Dios no nos escuchara sin embargo te quiero decir por mi propia experiencia que sus oídos siempre están atentos al clamor de los labios de sus hijos. Mi vecino es una prueba de ellos, su esposa tuvo su hijo después de orar por nueve meses. Dios siempre escucha a sus hijos no los desatiende.

La quinta razón para el agradecimiento de David como dice el texto: “Jehová guarda a todos los que le aman, Mas destruirá a todos los impíos” El le dará a cada uno su paga de acuerdo a su justicia. Para David siempre había un conflicto él decía: porque los malos triunfan y los buenos somos consumidos”. No hay tal cosa debemos esperar con paciencia pues a su tiempo todo será llevado a juicio y cada uno recibirá su paga.

Estas y muchas otras razones son las que debemos tener hoy para dar gracias a Dios. A través de la historia, muchas culturas han apartado un tiempo para expresar su gratitud. Acá en los Estados Unidos, el Día de Acción de Gracias se originó con los peregrinos. En medio de extremas dificultades, pérdida de seres queridos y suministros escasos, ellos seguían pensando que estaban bendecidos. Optaron por celebrar las bendiciones de Dios compartiendo una comida con los indígenas que los habían ayudado a sobrevivir.
Sabemos que hemos perdido el espíritu de esa celebración original cuando nos descubrimos quejándonos de que nuestro Día de Acción de Gracias ha sido “echado a perder” por el mal tiempo, una comida decepcionante o una gripe mala. Somos nosotros los que estamos mimados, mimados por las mismas bendiciones que deberían hacer de todos los días un día para dar gracias, sean cuales fueren las circunstancias.
Billy Graham escribió: “La ingratitud es un pecado, tan cierto como lo es mentir, robar, ser inmoral o cualquier otro pecado que la Biblia condene.” Luego citó Romanos 1:21, una de las acusaciones de la Biblia contra la humanidad rebelde. Después, el doctor Graham agregó: “Si hay algo que nos convierte en personas amargadas, egoístas e insatisfechas es un corazón desagradecido. Y si hay algo que va a restaurar el contentamiento y el gozo de nuestra salvación es un verdadero espíritu de gratitud.”
¿Cuál condición te describe a ti?