Cuenta una maestra que cuando estaba enseñando en una escuela primaria concluyó su clase preguntando: ¿cómo saben ustedes que sus abuelas los aman? Uno de los niños levantó la mano con mucho entusiasmo. Cuando la maestra le dio la palabra dijo: “Sé que mi abuela me ama porque cuando la miro a los ojos, puedo ver directamente su corazón”.

Cuando leí esta anécdota quedé muy impresionada y de inmediato me hice la misma pregunta que le hiciera la maestra a sus alumnos. Después de pensar un poco y siendo que no tengo a todos mis nietos cerca decidí responder la pregunta desde mi punto de vista.

Quiero que mis nietos sepan que yo los amo porque…
–    Desde el momento que nacieron mi vida se llenó de una felicidad tan grande que nunca he podido explicar
–    Cuando están cerca de mí me siento muy emocionada y alegre´
–    Escuchar sus voces en el teléfono hace que mi corazón palpite más rápidamente
–    Mi rostro se ilumina cuando me abrazan
–    No puedo quedarme dormida sin orar por ellos
–    Me encanta verlos jugar y saltar
–    Siempre deseo que estén saludables y fuertes, y me siento triste cuando se enferman
–    Me alegran sus ocurrencias y me desafían sus preguntas
–    Me encanta olerlos cuando están recién bañados
–    Me emociona escucharlos cantar y repetir versículos de la Biblia
–    Mi vida se ilumina cuando me dicen que me quieren
–    Me siento orgullosa de sus triunfos
–    Quiero consolarlos cuando están tristes
–    Ellos me recuerdan a sus padres cuando eran pequeños
–    Son un regalo de Dios

Podría seguir añadiendo a esta lista muchas más razones, pero nada será suficiente para expresar el amor que siento y el gran privilegio de ser abuela de estos niños tan especiales. Ahora que van creciendo le pido a Dios que los bendiga y que siempre puedan encontrar en nuestro hogar los abuelos que llenen su vida de alegría y amor.

“Guelo y Guela”