A medida que los niños crecen, el comunicarse con ellos y enseñarles cómo comunicarse eficazmente con los demás se torna más difícil. La manera en que le hablamos a nuestros hijos depende de la situación y lo que intentamos que hagan, de su edad, género y temperamento.

La comunicación con los niños involucra:

  • El intercambio de información
  • El enseñarle a los niños cómo expresar sus sentimiento en formas socialmente aceptables.
  • El lograr que los niños cooperen.
  • El reforzar sus esfuerzos, ayudándoles a sentirse bien consigo mismo.
  • El ayudarlos a volverse independientes.
  • El establecer una buena relación entre padres e hijos.

Principios de la buena comunicación

  • Cualquier cosa que digamos debe mantener la autoestima de los niños. Debemos decir: “Aquí tienes una cinta para arreglar el libro” en lugar de decirle: “Eres muy descuidado/a, ya rompiste otro libro”.
  • Use frases que demuestren comprensión ante ciertas órdenes. “Sé que estás cansado/a, pero todavía necesitas recoger los juguetes antes de irte a la cama”.
  • Los sentimientos son naturales, pero no todas las palabras y acciones para expresar los sentimientos son aceptables. Unas sí otras no.
  • Recuerde siempre hacer énfasis en la conducta sin dañar al niño. “No me gusta que pintes sobre las paredes”, pero no diga: “Eres un niño/a malo/a, cómo vas a pintar las paredes”.

En muchas ocasiones las reacciones de los niños son el producto de la forma equivocada como los padres se comunican con ellos. Mantener la autoridad y requerir obediencia de los niños no es un permiso para que los padres se muestren abusivos en su forma de exigir o pedir obediencia. Los padres que saben mantener el control en todo momento son más exitosos en la comunicación con sus hijos y logran establecer una relación padres/hijos en un nivel aceptable.