Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Un tributo al Ministerio Infantil

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos arrodillarte para saludar cariñosamente a un niño, Y sabíamos que ese niño se sintió bienvenido.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos cantar cantos accionados Y sabíamos que los niños pensaban que la iglesia es alegre.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos mecer un bebé cansado mientras le leías una historia Y sabíamos que el niño se sentía seguro en tus brazos.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos orar quedamente con un niño que se estaba portando mal Y sabíamos que el niño se sentía aceptado.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos decorar galletitas de navidad con tus alumnos Y sabíamos que los niños se sentían especiales.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos acariciar a un bebé ansioso Y sabíamos que ese bebé se sentía cómodo.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos quedarte hasta tarde para colgar los trabajos de arte de los niños Y sabíamos que los niños se sentían como en su propio hogar.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos con las manos cargadas de cosas para hacer la lección inolvidable, Y sabíamos que los niños estaban aprendiendo.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos sonreír y escuchar mientras un niño hablaba Acerca de su día en la escuela Y sabíamos que ese niño se sentía importante.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos en el suelo con dos niños apretados contra tu rega zo Y sabíamos que los niños se sentían amados.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos acariciar a un bebé Y sabíamos que tus manos eran como las de Jesús.

Cuando pensabas que no te estábamos mirando… Te vimos conducir un niño a Jesús Y sabíamos que estábamos parados en tierra santa.

Mary Goodwin, Arizona -traducido de la revista CHM magazine