singLa Música – El culto familiar es para la familia. Por lo tanto, tan pronto como los niños sean los suficientemente grandes como para comprender, sus intereses  deben ser tomados en consideración. Debe haber bastante música apropiada, tanto instrumental como vocal.
Cada miembro de la familia debe participar en la selección de los cantos. Si se un un solo himno, un miembro puede elegir su favorito un día y otro para el siguiente. Ni los padres ni los niños deben hacer toda la elección. Por regla general, los himnos cantados sin el uso de instrumentos, o música son los más preferidos (coritos). Es bueno que los niños aprendan las letras de los cantos para que puedan repetirlos durante el día cuando están trabajando o jugando.

Estudio de la Biblia – El estudio de la lección debe elegirse y planificarse como se planifican las comidas. Una razón por la cual algunos niños le toman aversión al culto es porque no se hace nada que les capte el interés y la atención. Hay hogares donde se hacen lecturas largas de la Biblia y eso cansa a los niños. Si se va a leer una porción de la Biblia debe ser corta, usando palabras fáciles de entender por los niños y explicando lo que significa. Una buena idea es usar versiones de la biblia que sean fáciles de leer y entender (Nueva Versión Internacional, La Biblia en lenguaje Actual, Nueva traducción viviente).

En la mayoría de los hogares el período del culto se lo dedica al estudio de la lección de escuela sabática de los niños. Los folletos que se utilizan en nuestro tiempo traen una variedad de actividades que deben ser realizadas en el culto familiar. No pierdan las familias la oportunidad de fijar los conceptos de la lección mediante la realización de dichas actividades. Las mismas han sido diseñadas con un propósito en particular; que la lección quede grabada en la mente de los niños de acuerdo a su edad y madurez.

Momento de Oración – Lo ideal es que cada miembro de la familia pueda hacer una corta oración. Los niños siempre deben ser animados a orar, para que aprendan a agradecer y de esa forma también participar del culto. Cada miembro de la familia debe orar aunque sea una vez al día. Es responsabilidad de los padres el enseñar a sus hijos el debido comportamiento durante la oración. La posición así como la reverencia en la oración son de gran importancia. Debe enseñarse a los niños que en la oración no es bueno repetir varias veces el nombre de Jesús en cada oración. También los niños deben aprender que cuando se ora es un acto en el cual se le cuenta a Dios todas las cosas que nos han sucedido y se le agradece por lo que nos ha dado.

Enseñe a los niños a agradecer y a contarle a Jesús sus alegrías y tristezas así como sus peticiones. De esa forma los niños comienzan a darse cuenta de que Jesús es su amigo personal, y que está interesado en todo lo que le sucede así como también está listo para escuchar sus peticiones.