Conozco a una dama que cuando hablo con ella hay en su conversación algo que resalta siempre. Con frecuencia ella dice: “Yo quería hacer…”, o también repite “me hubiera gustado”. No hay una ocasión en la que  mantengamos una conversación en la cual ella no se lamente de algo que deseaba hacer pero que no hizo. Es como si toda su vida estuviera caracterizada por situaciones frustrantes que no le permiten alcanzar sus ideales.

¿Te ha pasado algo parecido a ti? Te confieso que yo sí lo he vivido. Tal vez no en la medida en la que lo vive esta dama, pero en otros aspectos. Por ejemplo, a veces he ido a una tienda y veo algo que me gustaría comprarle a alguien, y no lo hago porque pienso que luego puedo volver por eso, o tal vez creo que en realidad a la persona no le va a gustar ese regalo tanto como yo creo, así que me voy de la tienda y no lo compro. Al pasar el tiempo pienso que debía haber comprado ese regalo porque ahora me hace falta para darlo.  ¿Te das cuenta que muchas veces no hacemos las cosas en el tiempo preciso y dejamos pasar algunas oportunidades por nuestras indecisiones?

Estoy segura que estás de acuerdo conmigo. A veces somos muy indecisas y esa no es precisamente una virtud o cualidad de la que nos sintamos muy orgullosas. Tenemos que aprender a tomar decisiones en el tiempo correcto y de la forma correcta. Esta es una disciplina que no siempre llega con los años, pero creo que sí va a acompañada de la experiencia pues tarde o temprano nos damos cuenta de las muchas oportunidades que perdimos por no actuar a tiempo. Nos percatamos de los muchos sueños que no se logran por no tomar acciones en el tiempo correcto.

Necesitamos entender que muchas veces en la vida es ahora mismo que tenemos el tiempo correcto para hacer algo. En una agenda que me regalaron aparece el siguiente pensamiento: Este momento es lo único que tienes a tu alcance. Por  más que lo intentes, ahora no puedes hacer lo que debe ser hecho mañana, porque ese día aún no ha llegado. Y no importa cuánto te lamentes por cosas del pasado, nada puedes hacer para cambiarlo.

Es tiempo de actuar. En este momento están pasando delante de ti las oportunidades de la vida. Es ahora cuando las puedes hacer efectivas. Con solo desearlo no vas a lograr que sucedan, ni tampoco dilatándolas en el tiempo. Lo que hagas ahora quedará hecho. Éste es el momento. No hay otro. Si ahora mismo hay algo que quiere o debes hacer, éste es el momento de comenzar. En un instante puedes iniciar el camino que te permitirá concretar tus proyectos. Y antes de que se haya disipado este momento puedes estar resolviendo tus problemas más serios.

No lo dejes pasar. Este es el tiempo de actuar.