Título: Limpieza Total
Versículo Central: “Despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe” Hebreos 12: 1,2.
Ideas Generales – Este tema está enfocado en motivar a las hermanas para que tomen conciencia de la necesidad de sacar de nuestra vida todo aquello que sea innecesario en nuestro caminar hacia el cielo.
Decoración: Decore el lugar usando artículos que se usan en la limpieza. Las tiendas de dólar tienen muchos de esos artículos a muy bajo precio y luego de usarlas en la decoración las puede rifar o regalar a las asistentes. Entre los artículos que puede usar están las esponjas, paños de limpieza, líquidos para diferentes usos, guantes plásticos, ambientadores, etc.
Actividad Inicial Materiales: Prepare dos bolsas plásticas con diferentes objetos unos en buen estado y otros dañados. Pida a dos participantes que en 30 segundos abran la bolsa y clasifiquen lo que hay adentro en dos grupos; uno con los objetos que están en buen estado y otro con los objetos que se deben botar. Permita que la audiencia determine si supieron clasificar bien los objetos o si pusieron cosas que están buenas en el grupo equivocado. Entregue un pequeño obsequio a las participantes que puede ser una botella de ambientador para la casa.
Música: “Anhelo Ser Limpio” es el canto apropiado y se encuentra en el Nuevo Himnario Adventista no. 254. También puede usarse como música especial.
Tema:Sacando La Basura de Nuestra Vida En nuestra actividad inicial hicimos algo que las mujeres estamos acostumbradas a hacer; tirar a la basura lo que no sirve y guardar lo que todavía está en buen estado, sin embargo, para sorpresa de algunas hay muchas personas que tienen dificultad en identificar las cosas que se deben eliminar y las que sirven. Entre los trastornos que afectan a un cierto número de personas hay uno que caracteriza por la acumulación de objetos que en la mayoría de los casos no tienen gran valor y que llenan los espacios del hogar impidiendo que se pueda realizar las tareas comunes diarias. Las personas que padecen de dicho trastorno desarrollan un apego excesivo por las cosas que los rodean y les resulta difícil y casi imposible de botar todo aquello que ya no tiene uso y que solamente sirve como estorbo y lugar para la acumulación de polvo porque se han convertido en la basura de la casa. Investigando sobre el tema encontré que uno de los casos más severos de acumulación extremo fue dado a conocer en marzo de 1947, cuando la policía de Nueva York fue llamada a investigar el hallazgo de un cadáver en un edificio de tres plantas en Harlem. El lugar pertenecía a dos hermanos ancianos, y cuando los agentes entraron en el inmueble se quedaron espantados con lo que descubrieron: montañas de basura que llegaban hasta el techo incluyendo 14 pianos, un auto Ford modelo T y los restos de un feto de dos cabezas. Pero eso no fue lo peor. Dentro de un sistema de túneles para andar entre los desechos, yacían los cuerpos sin vida de los ancianos, uno aplastado por la basura y el otro muerto de debilidad. La historia de los hermanos Collyer es sin duda uno de los casos más extremos registrados en EE.UU., sin embargo este es un fenómeno más común de lo que muchos se imaginan. Evidentemente esta situación demuestra que la vida de estas personas que padecen el trastorno es un total caos físico y emocional, porque están llenos de pensamientos confusos y por ende sus vidas espirituales están totalmente desorganizadas. Bien podría decirse que están esclavizados y atados a toda esa basura que circunda sus vidas.
¿Basura en la Vida Espiritual? Esta situación nos lleva a pensar en la posibilidad de padecer en cierta medida del mismo síndrome, tal vez no en el plano de acumulación de basura física, sino en el almacenamiento de hábitos que nos encadenan espiritualmente. Cuando iniciamos nuestro caminar con Jesús seguramente estábamos llenos de basura mundanal que nos impedía entender la nueva vida que experimentan aquellos que han decidido seguir a Jesús. Es posible que las bendiciones de vivir la vida libre que le agrada al Señor todavía no ha sido posible para muchos que transitan la vida cristiana. Tal vez el gozo, la alegría y la felicidad que Jesús ha prometido no ha sido posible porque el espacio de nuestros corazón está muy atestado de basura mundanal. Estoy convencida de que el cielo es un lugar de orden, porque Dios quien vive allí es un Dios de orden, sin embargo si es cierto que aspiramos vivir en el cielo debemos aprender a practicar el orden y la limpieza desde la tierra para que cuando lleguemos a esa morada celestial estemos libre de todo lo que impedía entender y practicar la verdad del evangelio.
¿Qué podemos hacer? Siendo honestas con nosotras mismas al escuchar sobre esta terrible costumbre de almacenar lo que no tiene valor y apegarnos a lo que en lugar de ser una bendición nos resulta en un estorbo, se hace necesario que tomemos decisiones firmes para eliminar todo lo que nos estorba el caminar hacia el cielo. El apóstol Pablo lo dijo de una forma fácil de comprender cuando dijo: “Despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe” Hebreos 12: 1,2). El apóstol nos recomienda que hagamos al menos tres acciones importantes para estar libres de la basura material. Primeramente nos recomienda:
♦ Despojarnos de la basura que nos estorba – ¿qué cosas están estorbando tú crecimiento espiritual? ¿Qué hábitos hemos practicado durante años que nos mantienen estancadas en las cosas espirituales? ¿Cuáles son las cosas de valor para ti en el plano espiritual? ¿Qué acciones necesitas implementar de inmediato para iniciar un proceso de cambio en tu vida? La segunda acción a la que somos llamadas es a:
♦ Correr con perseverancia la carrera – Lamentablemente las personas que guardan basura cuando tratan de quitársela algunos se enoja, enferman, se tornan agresivos y no se imaginan la vida sin todos esos objetos. Sin embargo, los psicólogos que trabajan con ellos saben que necesitan ser constantes en la supervisión perseverando hasta lograr que en la mente de estas personas esos hábitos negativos sean vencidos. Igualmente nosotros somos llamados a perseverar en la carrera de la vida cristiana hasta lograr eliminar todo lo que nos trata de impedir alcanzar el ideal. Finalmente la tercera acción es tal vez la que garantizará el éxito en el proceso de estar libres de todo impedimento y es:
♦ Fijar los ojos en Jesús – nada de este mundo puede garantizarnos la victoria sobre cualquier debilidad o pecado acariciado. Solamente mirando a Jesús es como llegaremos a la meta final con éxito. Los informes revelan que las personas que sufren de este síndrome cuando logran salir de la situación sus vidas personales cambiaron y pudieron disfrutar la convivencia con sus familiares y amigos así como experimentaron una gran mejoría en su vida personal. El gozo, la paz y la tranquilidad les produjeron grandes beneficios. De igual forma nosotras llegaremos a experimentar lo mismo cuando aprendamos a quitar todo impedimento que estorbe nuestro crecimiento espiritual.
Alimentos: Sirva alimentos saludables y evite los que son considerado “basura o chatarra”. Sirva frutas, panes integrales, sopas de vegetales o cualquier alimento sencillo y nutritivo.
Idea Opcional: Obsequio: Envuelva una esponja en una bolsita plástica transparente y adorne con cinta de colores. Coloque una tarjeta con el título del programa.