Creo que muchos padres y maestros de niños en la iglesia concuerdan conmigo al decir que los niños son muy sencillos y sinceros al hacer sus oraciones. ¿Quién no se ha enternecido al escuchar un niño orar por un abuelito enfermo, por un perrito perdido, o por algún asunto que para ellos es de suma importancia y valor.

Por otra parte resulta un poco difícil enseñar a los niños para que sean agradecidos. Tal parece que esa virtud o desaparece temprano en la vida, o simplemente no la desarrollamos desde pequeños. La actividad que les comparto a continuación puede resultar de mucha ayuda tanto en el hogar como en las divisiones infantiles en la iglesia para motivar y estimular los niños en la oración y el agradecimiento.

¡Qué necesita?

Consiga una cartulina azul la cual puede pegar a una lámina de anime, styrofoam, o simplemente a un cartón fuerte. Luego trace en cartulina color marrón el tronco de un árbol. En papel de construcción, o papel de colores amarillo, anaranjado, y verde trace hojas para luego recortarlas. Permita que los niños escriban sus peticiones de oración en las hojas de color amarillo y anaranjado. Usen las hojas de color verde para escribir cosas por las que están agradecidos. Mantenga el árbol en una pared y cada día o tal vez dos veces por semana tomen tiempo para hablar sobre los pedidos y agradecimientos. Dedique un tiempo para que los niños puedan orar individualmente, por pareja, o en grupos.