El cuidado de los dientes debe ser un hábito de vital importancia. Dios nos da la dentadura cuando nacemos, luego cuando llegamos a la primera infancia cerca de los 5 a los 7 años se comienzan a renovar los dientes por unos permanentes. Esos debemos cuidarlos practicando la higiene dental necesaria porque si perdemos los dientes ya no vendrán de Dios como parte de nuestro desarrollo, sino que tendremos que comprarlos del dentista (y nunca serán como los originales que Dios nos dio).
1. Reduce o elimina el uso del azúcar.
2. Reemplaza los caramelos, los pasteles, las bebidas y gaseosas, y los alimentos que contengan azúcar, con frutas y jugos de frutas naturales.
3. Elimina el comer entre horas. Los estudios demuestran que comer dulces con las comidas es menos dañino para los dientes que comerlos entre las comidas.
4. Consume cereales integrales tanto como sea posible. Piensa en lo natural, no refinado, no procesado, no blanqueado. El salvado y la fibra son necesarios en la dieta, y facilitan la acción de la limpieza propia de los dientes y las encías.
5. Come una variedad de vegetales, frutas, legumbres y cereales. Estos proveerán a tus dientes los elementos nutritivos necesarios para fortalecerlos y darles vitalidad.
6. Recuerda que el calcio es el principal mineral de los dientes. Las mejores fuentes son los productos lácteos, frijoles soya, almendras y verduras de hojas verdes.
7. La única defensa contra la carie dental, es la prevención, que significa un compromiso de cambiar los hábitos de la dieta, y el cuidado diario de los dientes.