Comer afuera, ¿qué tanto afecta tu presupuesto mensual? Muchas veces sin notarlo, tu cuenta del banco comienza a irse por una pequeña gotera, finita y constante, que se puede reparar si prestas atención en cómo se originó el problema y en cómo repararlo.

No ha llegado el fin de la semana o de la quincena y ves que el dinero no te alcanza, ¿te has puesto a pensar por un segundo que quizás el motivo de tu “des-balance” económico sean esas constantes idas a comer afuera? Para la mayoría de los trabajadores en Estados Unidos y en cualquier país del mundo, las posibilidades de ir a comer a la casa a la hora del almuerzo o de la cena (dependiendo por supuesto del horario del trabajo) son casi siempre nulas, debido a las distancias, el tráfico y lo limitado del tiempo que hay para salir a comer.

Esta situación obliga a tener que comer diariamente en restaurantes de todo tipo o a pedir comida a domicilio a los lugares de trabajo. Las consecuencias de esto son dos básicamente: Primero la salud. Si no se varía constantemente lo que se come en la calle y si no se come comida sana, las posibilidades de sufrir ciertas enfermedades son bien altas. Lo segundo, y lo que estamos resaltando en este artículo, es el aspecto económico.

Para ilustrar de qué manera afecta tu economía mensual las constantes salidas a comer en la calle, imaginemos una rutina semanal de tus almuerzos diarios. Digamos que eres un trabajador que hace sus 40 horas semanales, estás casado y tienes dos hijos. El lunes tienes mucho trabajo, así que decides irte a comer en un lugar donde no pierdas mucho tiempo, esos de comida rápida, gastas $7.00.

El martes vas a un lugar modesto, pero no de comida chatarra, gastas $10.00. El miércoles tienes antojo de comer algo más decente, así que te vas a un restaurante de esos que sobran en tu ciudad, te gastas $20.00. El jueves comes de nuevo en un restaurante de comida rápida, pero esta vez pides un postre, gastas $8.00. El viernes vuelves al restaurante modesto donde consumes $10.00.

El sábado ya estás en casita y quieres comida casera, pero resulta que tu pareja está cansada de comida casera o trabajó tanto como tú y no quiere cocinar en la cena, así que llaman a la pizzería y piden pizza para todos (no te olvides de los niños), la cuenta es $22.00 + $3.00 para el repartidor. El domingo se levantan con mucha hambre, así que deciden salir a desayunar y gastan $35.00.

Sin contar las veces que durante la semana llevas a tus hijos a comer su comida chatarra favorita, en total te gastaste $115.00 en una semana, que si lo multiplicas por las 52 semanas que hay en un año da un gran total de $5,980.00, casi $6,000.00 al año. Si ahorraras por lo menos la mitad de ese dinero te podrías dar unas excelentes vacaciones a final del año con tu familia.

¿Te das cuenta todo lo que puede afectar a tu presupuesto esas pequeñas salidas a comer afuera? Pero como es lógico necesitas comer mientras estás trabajando, te gusta complacer a tus hijos con sus antojos y disfrutas también dándole un descanso los fines de semana a tu pareja.

Lo que puedes hacer es hacer una rutina y establecer ciertas reglas en la familia con respecto a las comidas en la calle.

• Lunes, martes, jueves y viernes llévate comida preparada desde tu casa, no sólo te evitarás el gasto extra sino que puedes aprovechar hasta para mantenerte en forma o bajar unas libras que tengas de más. Prepárate un buen sándwich, una ensalada con pollo, una sopa o una de esas comidas de microondas (que si buscas bien encontrarás alguna que te guste).

• Los miércoles te puedes dar tu gustito de comer en ese restaurante que tanto te gusta.

Ponte de acuerdo con tu pareja y escojan dos días durante dos fines de semana para ir a comer afuera todos en familia. Preferiblemente si lo hacen a la hora del desayuno igual comparten juntos y te sale más económico que un almuerzo o una cena. Igualmente pónganse de acuerdo para ir a cenar una noche aunque sea una vez al mes los dos solos, así salen de la rutina y esperan con emoción esa noche especial.

• Otra idea para los fines de semana, es preparar una exquisita cena en casa. Es hasta divertido inventar en la cocina, compra un libro de recetas con el que puedas innovar cada vez. Además es una excelente idea para compartir, idea si todos los miembros de tu familia te ayudan a cocinar.

Nota: Este artículo fue publicado en la Internet pero no encontramos el autor. Es una excelente fuente de información que vale la pena analizar. Si conocen el autor por favor comuníquense conmigo porque vale la pena darle el crédito a esta mente prodigiosa.