Marcelino fue a visitar por primera vez a los tíos que vivían en una hermosa finca. Cuando llegó, quedó tan entusiasmado con las cosas diferentes  que nunca antes había visto en la ciudad donde vivía, que se olvidó de poner en práctica algunos gestos simples, de una persona bien educada.

Saludó mal a los tíos y salió corriendo hacia la finca agarrando todas las frutas que encontró por delante, hasta las que estaban más verdes. Cuando los padres lo llamaron de regreso, entró en la sala con los pies llenos de barro, dejando las marcas de los zapatos en la alfombra blanca.

En la hora del almuerzo, se apuró con la comida y trató de llenar el plato con mucha más comida de la que podía comer. Por supuesto que los padres de Marcelino se sentían muy avergonzados y molestos. Los tíos se quedaron en silencio, seguramente no les pareció que Marcelino fuera un niño simpático y por supuesto pensaron que les daba miedo invitarlo para que se pasara las vacaciones con ellos en la finca.

¿Eres una persona bien educada? Por supuesto que no te gustaría ver a tus padres avergonzados como los padres de Marcelino. Trata de ser siempre respetuoso y bien educado. ¡Vale la pena! Puede ser que no recibas una invitación para pasar vacaciones en la finca de alguna persona, pero seguramente tendrás el respeto y la simpatía de todos.