Programa de Escuela Sabática (Para ser presentado por un grupo de Primarios o Menores)

Materiales: una mesa decorada para una fiesta, una tarjeta de invitación para una fiesta, un arreglo de flores, una cesta con frutas, un botella o jarra con jugo, un postre, una hogaza de pan.

Introducción:

Director: Nos sentimos muy felices por encontrarnos en la iglesia para adorar a Dios.

Como ustedes pueden ver  tenemos una celebración. La mesa está preparada para la ocasión, y cada una de las cosas que están en la mesa representa una parte importante de nuestro programa.

¿Se han preguntado qué significa la palabra celebración? El diccionario define la palabra celebración como exaltar, alabar o conmemorar. ¿Qué motivo creen ustedes que tenemos nosotros hoy para exaltar, alabar o conmemorar? Como adventistas sabemos que el sábado es un día especial para exaltar a nuestro Señor Jesucristo. Un día de alabanza a nuestro Dios, y una ocasión para conmemorar la semana de la Creación.

Por lo tanto les invito a que juntos participemos de esta celebración espiritual.

Persona 1- Lectura Bíblica: (Mostrar una invitación para una fiesta) Siempre que asistimos a una fiesta es porque alguien nos ha invitado. Cada semana Dios a través de su palabra nos invita a dejar nuestras tareas regulares y a venir a disfrutar del reposo sabático. Hoy en la Palabra de Dios encontramos una invitación especial a esta fiesta que estamos celebrando.  Lea en Isaías 25:6.

Persona 2- (Señalando las flores que están en la mesa) En toda celebración las flores son un elemento indispensable tanto para la decoración, como para alegrar el ambiente. Las flores de nuestra mesa representan la oración, pues con ellas nos conectamos con nuestro Padre Celestial. Nuestras oraciones deben subir al trono de Dios como un perfume agradable. Les invito para que colocados de rodilla elevemos una oración.

Persona 3 – Mostrando la cesta con frutas que hay en la mesa) En nuestra celebración de hoy hay algo que no puede faltar; son las deliciosas frutas. Si observan detenidamente esta canasta de frutas notarán que cada una de ellas tiene un color y forma diferente. De igual manera su aroma y sabor varían. Nosotros como miembros de la iglesia nos podemos comparar con estas frutas. Cada uno de nosotros es diferente, pero ante los ojos de Dios todos somos iguales. Cada uno tenemos una función que cumplir y Dios espera que la hagamos fielmente. Unamos nuestras voces para ofrecerle a Dios un refrescante plato de frutas mediante un canto de alabanzas. (Selecciones un himno de su preferencia).

Persona 4– Cuando Jesús inicio su ministerio terrenal lo hizo realizando un milagro en una celebración; fue en una fiesta de bodas. En aquella ocasión sucedió algo de muy mal gusto para quien organiza una fiesta. De pronto se termino el vino y los invitados comenzaron a sentirse sedientos. Y es que en una celebración nunca debe faltar algo para tomar. En nuestra mesa hay una botella de mosto de uva (puede ser jugo) que representa el agua de vida que compartimos con los sedientos de otras naciones y pueblos que no conocen a Jesús.

En esta oportunidad veremos la forma como el agua de vida llega a los países que recibirán nuestras ofrendas durante el trimestre.

Persona 5 – (Mostrando un postre) ¿Qué les ha parecido nuestra celebración de hoy? Creo que estamos listos para disfrutar y saborear un pequeño refrigerio. Quiero confesarles que de las fiestas y celebraciones los refrigerios son los que más me agradan. Disfrutemos de una música especial.

Persona 6 – (Mostrando la hogaza de pan) Hemos llegado a la parte principal de nuestra celebración. La misma esta representada por esta deliciosa hogaza de pan. Ella nos recuerda las palabras de nuestro Señor Jesucristo en el evangelio de Juan cuando dijo: “Yo soy el pan de vida; el que a mi viene nunca tendrá hambre y el que en mi cree no tendrá sed jamás”. Es nuestra oportunidad ahora de dividirnos en clases para el estudio de la lección.

Conclusión: El mensaje que hemos querido compartir con este programa es que cada sábado que venimos a la iglesia es como si asistiéramos a una gran celebración. Debemos venir para celebrar una fiesta con Jesús, en la cual nos llenamos de su amor, de su palabra y disfrutamos un tiempo maravilloso con Él y con nuestros hermanos. Yo les invito a que no se pierdan el banquete que Cristo nos tiene preparado cada sábado. Les animo para que repartan invitaciones a sus seres amados de manera que ellos también puedan venir a disfrutar, de esta maravillosa celebración.

Les invito para que terminemos nuestro programa con una oración. (Todos de pie)

Que Dios los bendiga y Feliz sábado para todos.