¿Se desviarán los niños? Oí que una madre oraba: “Querido Padre, ¿se desviarán Susy y Pedro? Sé que a muchos niños les pasa, ¿es que no reciben ayuda de ti para mantenerse en el camino angosto? ¿Será que mis hijos se desviarán?”

Y Jesús respondió: “¿No sabes que me parte el corazón verlos salir? Yo di mi vida para que vivieran, mandé ángeles para protegerlos. La vida eterna para Susy y Pedro depende de lo que hagan las madres y los padres. “El mañana está hecho de hoy.

A la luz primera de la aurora tú no oraste para tener palabras pacientes y acciones fieles y sabiduría para las necesidades de tus niños”.

“Mientras tú estabas ocupada los pies de Pedro lo llevaron a cruzar la calle de mucho tráfico. Jugó con malos compañeros y aprendió a decir palabras feas. No te diste cuenta de la televisión, pero la pequeña Susy vio un crimen y oyó decir a la gente: “Matar a un hombre malo, es bueno”.

“A la noche no hubo tiempo para el culto familiar, y mi nombre no se mencionó ninguna vez durante el día allí en tu hogar.  Si estos queridos niños se desvían y si de mí se apartan algún día, es porque tú comenzaste a permitirlo hoy”.

La madre oró arrepentida: “Oh Jesús, dime qué he de hacer. ¡Oraré y trabajaré cada minuto, por favor, enséñame a no dejar que se desvíen”.

Y Jesús le dijo: “Tienes el presente, mientras son pequeños, para enseñarles el camino. Cada día comienza tu tarea orando, rodéalos con tu cuidado fiel. Enséñales los versos de mi Palabra. Que el “así dice Jehová” sea siempre tu guía. Cuéntales las historias de la Biblia; y que tus pensamientos sean de esperanza y fe.

Cada día que los guíes a mi lado, decidirás el futuro que ellos tendrán. Recuerda que lo que hagas hoy, puede decidir eternamente el camino que tus hijos sigan mañana”.